Investigando Al Amor [PAUSADA]

05- ¡Estoy despierta!

Mᴀʀᴀᴛóɴ  1/2

Aún recuerdo ese día, aquel en el que casi te pierdo, en el que me di cuenta de que tan sólo te sentías. Aquel día en el que estuviste a punto de terminar con, en ese entonces, tu corta vida.

Por un momento pensé, que solo había sido un accidente. Que te habías dormido después de un largo día de práctica; en tu puño sostenías un pedazo de papel mientras que la otra colgaba del borde. Por otro lado, en el suelo, sobre la alfombra roja descansaba un pequeño bote blanco, recordaba haber visto varios parecidos en el cuarto del abuelo; eran somníferos.

Aún tenías pulso, lo cual era bueno, aunque sentía el picor en mis ojos y, segundos después, la humedad de mis lágrimas en mis mejillas. Estaba segura de que podrías morir sino...

Mis manos se detuvieron al sentir las lágrimas correr por mis mejillas hasta caer sobre el teclado de la computadora. No sé en qué momento había comenzado a llorar, pero sí que sabía la razón.

Con la vista nublada guardo el documento de Word con el título de "Un recuerdo más", sin apagar la computadora la cierro y la coloco a mi lado en la cama. Limpio un poco mis lágrimas reteniendo un sollozo, tomo mi celular para revisar la hora en él, la pantalla se ilumina cegándome momentáneamente, pero en cuanto me acostumbro visualizo los números en la pantalla algo sorprendida: 02:30 am.

Son pocas las veces que acostumbro trasnochar tanto por gusto como por obligación, aunque con el tiempo mi cuerpo se ha acostumbrado a levantarse con rapidez aun con sueño. He tenido que permanecer despierta en la escuela apenas con 3 horas de descanso, por lo que no me preocupa estar a esta hora despierta, menos cuando hago algo que me gusta; aunque en esta ocasión, he terminado hecha un ovillo en mi cama llorando en silencio soltando muy suaves sollozos.

Todo por un simple escrito... Bien, no es tan simple, más cuando este ha nacido de un secreto que te carcome...

Ahora estaba sentaba frente a mi madre con un desayuno a medio comer y a un Alex, desesperando, tocando la bocina de su auto.

─Apúrate, hija. Alex lleva diez minutos esperando afuera.

─Ya voy ─gruño picando con el tenedor los trozos de fresa, melón y manzana de mi ensalada de frutas.

Tristemente no habíamos tenido tiempo de pasar a comprar zarzamoras; así que, no tenía de esas frutas moradas para acompañar mi café. Y para colmo, me desperté tarde por lo que no pude irme caminando, por lo que mi madre se había tomado la molestia de marcarle a Alex para que viniera a recogerme.

Tomo el plato entre mis dedos junto con el tenedor y la mochila, colgándola en mi hombro izquierdo, me levanto y beso la coronilla de mi madre.

─Nos vemos en la tarde ─me despido caminando a la puerta.