08- ¡Carlo!

27 5 0
                                    

¿Había alguien que pudiera pasarse tres horas bailando y no morirse de cansancio?

Ya lo creo, Scarlett Stoumen era un claro ejemplo de ello.

Simple y sencillamente no entendía de donde es que mi querida amiga pelirroja, sacaba tanta energía para bailar tanto, en especial, ese martirio de corografía. Demasiados saltos, aplausos, movimientos de manos, caderas, pies... Todo. No existía parte que no se ocupara, y la coordinación mano-pie... ¡Diosito! Apiádate de mí, por favor, porque esa chica no lo hará aunque le suplique.

Mi coordinación es de lo peor, ella debería saberlo pero está empeñada en que me saldrá bien, que imagine que estoy bailando en el Just Dance contra Alex, pero uno es un videojuego donde solo te ven unas cuantas personas, mientras que a donde quiere llevarme son unas pruebas de nada más y nada menos que las Wolfs de Counter High, las animadoras del instituto.

¡Yo ni siquiera quería hacer pruebas! ¡Por favor que alguien me ayude!

─Vamos Dylan, un ensayo más y tendrás tu descanso ─anima mi amiga, tomando su botella de agua de la mesa de hierro donde la grabadora, mi botella y dos toallas blancas reposan, al igual que mi buena amiga Georgie, quien lleva dos horas riéndose de mis intentos. Deja la botella en su lugar y toma el trozo de tela para pasarlo por su cuello secando todo el sudor que haya en él.

Yo en cambio, estaba tirada en el césped de la casa-mansión de Scar, tomando un descanso, realmente estaba cansada y mi querida amiga no lo comprendía. Cierro los ojos dando largas bocanadas de aire.

─Scar, no he visto a Alex en toda la mañana, ¿se enfermó? ─pregunta intrigada Georgie sosteniendo su teléfono móvil.

Mi respiración se detuvo por unos segundos, recordando lo de la noche anterior.

─Dijo que iría a tu casa, que Francisco le había llamado ─respondió después de un largo trago de agua, con un ligero tono confundido─. Me imaginé que se habría quedado a dormir porque anoche no llegó.

─¿Francisco? ¿Estás segura? Porque ayer se  pasó toda la noche en mi habitación escuchándome practicar para mi audición y también estuvimos un rato nadando, pero en ningún momento tomó el celular, de hecho lo dejó en su habitación todo el día.

Maldición... Yo si sabía que había pasado y porque había dicho aquello. No faltaba mucho para que Scar sacara sus conclusiones.

─Será que... ─no terminó, en lugar de eso se levantó, y lo sé porque oí como el césped se quebraba bajo su peso─. Dylan, ¿tú sabes algo? ─preguntó acercándose a mí.

Abro los ojos de golpe encontrándome con la esbelta figura de mi amiga pelirroja frente a mí, con los brazos cruzados sobre su pecho─. Yo...

El sonido de la puerta principal abriéndose me interrumpe, haciéndome soltar un suspiro, después un portazo se escucha acompañado de pasos pesados resonando en el piso de madera de la casa. La puerta de vidrio corrediza que conecta el jardín con el interior se abre e identifico la alta y fornida silueta de Alex. Lleva la misma ropa que el día anterior pero está mal vestido, su suéter azul marino está al revés por lo que logro distinguir las costuras, sus jeans están algo caídos, mostrando el resorte de su bóxer, sus tenis blancos están medio atados, su cabello está despeinado y la gorra que llevaba el día anterior ha desaparecido.

Parece haber tenido una noche de sexo bastante buena.

No soy una idiota... bueno tal vez un poco, pero sé cómo identificarlo, ¿de acuerdo?

─Hola Georgie ─saluda a mi amiga de ojos verdes─, Scar, ¿papá y mamá están? ─pregunta a la pelirroja mientras ignora mi presencia.

─No, han salido esta mañana, les dije que seguías dormido ─cruza nuevamente sus brazos con el ceño fruncido─. ¿Dónde estabas?

Investigando Al Amor [PAUSADA]Where stories live. Discover now