Investigando Al Amor [PAUSADA]

06- Lo... Lo puedo explicar

Mᴀʀᴀᴛóɴ 2/2

Ya está dicho, Valentina me odia.

Llevo alrededor de veinte minutos haciendo el balanceo de 3 ecuaciones químicas, obtener el nombre de 5 alcanos diferentes y demás. Solo porque la profesora no se deja vencer y yo tampoco, pero esto ya es tedioso, en especial porque siempre se inventa un error cuando en realidad todo está perfecto, me quiere dejar mal parada frente a mis compañeros.

─Listo, es el sexto alcano ya es suficiente ─giro a verla sentada cómodamente en su escritorio.

Se levanta para observar lo que acabo de realizar, lo analiza por unos segundos y después niega con la cabeza.

─Es incorrecto.

─¡¿Qué?!

─No grite, señorita Farrow ─me riñe con el ceño levemente fruncido y una mirada de diversión.

─Lo lamento pero este alcano está correcto.

─Claro que no, aquí la maestra soy yo, y si digo que está mal, significa que lo está ─señala la pizarra antes de continuar─. Escogió la cadena incorrecta lo cual afecta a todo lo demás, es por eso que está mal.

─No es así, usted me dijo que escogiera la más larga y así lo hice, la cadena y el nombre son correctos ─señalo el ejercicio─. Este es un 3 isopropil, 6, 6 dietil, 4, 5 dimetil, octano. 

─No, señorita...

─¡Vamos!─exclamo desesperada, haciéndola callar─.  Acepte que le he ganado, he resuelto todos y cada uno de los problemas, estoy cansada y estresada, no pasé una buena noche y para colmo esta noche tendré que enfrentarme a pasar tiempo con alguien a quien no soporto, así que, le pido por favor que me deje ir a mi asiento y deje de inventar cosas para hacerme quedar mal ─tomo su mano y dejo los plumones de colores sobre su palma─. Yo no soy ninguna tonta o estúpida si es lo que cree.

─Yo no pensaba...

─Claro que sí, pensó que me dejaría vencer fácilmente, o que sería tan tonta como para no saber un tema tan más fácil.

─Señorita, vaya a sentarse.

De pronto a mi cabeza viene el escrito de anoche y no puedo evitar imaginarme estar ahí de nuevo, presenciando todo, siendo la que encontró al chico.

─¡No! ─exclamo, recordando como la enfermera evitó que pudiera pasar a verlo, evitó que estuviera ahí para cuando despertara.

─¡Váyase a sentar!

─No... por favor...  ─susurro y ella me ve confundida, por un momento me siento como esa niña de 10 años otra vez, esa frágil niña. 

Escucho el distante sonido de los tacones de Scar y la voz de Georgie pidiéndole permiso a la maestra para salir, quien solo asiente. Mis dos amigas me arrastran fuera del salón, mi mirada está en el suelo, no quiero que me vean ahora menos en el estado en el que estoy, por mis mejillas corren las lágrimas silenciosas que había retenido en el aula. 

─¿Chicas? ─escucho su voz, no sé a donde querían llevarme pero habérmelo topado me hace sentir aun peor─. Dylan ─pregunta en voz baja, limpio las lágrimas cuando veo la punta de sus zapatillas sucias en mi campo de visión─, ¿qué pasa?

De todo.

─Nada... Chicas podrían llevarse mis cosas iré... iré a dar un vuelta por el bosque.

─De acuerdo, pero...

─Estoy bien, solo necesito un respiro, las veo aquí a la salida. 

Les sonrío para no preocuparlas, ignorando por completo al rubio de mirada grisácea.  Doy media vuelta y comienzo a caminar.