Capítulo 29 *SI ME SIGUES MIMANDO MÁS, TE AMARE*

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El tiempo sin pensarlo había pasado en un abrir y cerrar de ojos.

Después de mi cumpleaños, pasamos dos meses más en Japón, esperando que el tío de Hans llegara, pero no lo hizo.

Su hermano nos dijo que, como era su costumbre de cada año, se fue a recorrer varios países... Algo así como a dar la vuelta al mundo, sí, bien casual.

Luego de eso nosotros tuvimos que volver, ahora sin los gemelos, ya que ellos habían comenzado sus clases.

Muchas cosas habían pasado luego del viaje, un claro ejemplo, es que la piscina ya se encontraba como era planeada, y si, a Hans se le ocurrió ignagurarla. ¿Cómo?

Casa sola, noche sin lluvia, Hans excitado, con eso basta para imaginarlo ¿no?

Otra de las cosas es que ya estaba en mi último año de instituto. Este ciclo escolar me ofrecieron adelantar grado, pero no me atreví a dejar a mis amigos en último año mientras yo comenzaba la universidad, incluyendo a Dixon y Aaron, sí, este año ingresaron al internado,  una cosa positiva es que este año ya no me da clase la señorita Britz, claro, fue un capricho mío que cumplió Hans.

Ahora nos encontrábamos en la sala, mientras veíamos Lucifer en Netflix, mi cabeza en el hombro de Hans, mientras teníamos una manta cubriendonos. El Invierno era muy frío, como todo el tiempo aquí en Londres.

Faltaban casi siete horas para que nuestro vuelo partiera, esta vez viajamos en el jet privado de mi papá. Por lo que con una hora de anticipación podíamos estar en el aeropuerto.

Mientras estábamos perdiendo el tiempo y esperando al tío de Hans, ya que hace dos días lo contactamos y se ofreció a venir a dejar el álbum de su generación, según su tío, una disculpa por no dejarse ver ni saber de el en este tiempo que estuvo en su gran e viaje alrededor del mundo.

Minutos más tarde se escuchó el timbre de la casa, Hans se levanto y fue a abrir.

–Damen, el es mi tío Jun– me levante del sofá y le tendí la mano.

–Mucho gusto señor– hablamos por unos minutos, en los cuales me sentí un poco incómodo, ya que me miraba fijamente, hasta que se despidió, aunque antes de irse me volvió a observar.

–¿Sucede algo?– pregunte.

–No, es solo que te pareces un poco a... Bueno más bien eres como la combinación de Austin y Do... ¿Qué estupideces estoy diciendo? Eso es imposible ellos son hombres– sin decir nada más se retiro.

"Que extraño"

Decidí no tomarle importancia y guarde el álbum en la maleta, lo revisaría llegando a Washington. Doble las mantas que utilizamos y salimos de la casa, mientras yo y Martín subíamos las maletas, Hans le explicaba a Alfred que harían con la casa y todo tipo de instrucciones mientras no estábamos.

Me subí en la parte trasera de la camioneta y seguidamente me siguió Hans. 

Partimos al aeropuerto y en cuestión de un cierto tiempo ya nos encontrábamos volando por los cielos. Ambos continuamos mirando Lucifer y pasamos hablando acerca de nosotros, nuestra infancia, aunque días antes ya le había contado lo que me paso con Timothy, no lo tomo tan bien, pues maldijo a ese infeliz y le conté el motivo por el cual en una ocasión salí de noche.

Aunque también le había contado lo que hacia... El por que ahora trataba de pagar mis pecados, o el por que al menos los estaba remediando...





(…)


–...sabes, hay algo que quiero decirte– Hable después de un momento que habíamos pertenecido en silencio.

–Dime– contesto acariciando mi brazo.

–Yo... Anteriormente hice algo que... Creo que me atormenta el no poder contarle a nadie, el no saber si esta bien o esta mal... Ahora que estamos aclarando ciertos puntos de nuestras vidas, me estaba debatiendo mentalmente en si guardarmelo o decírtelo, pero creo que ya estoy hablando y ahora no he parado de hablar por lo que creo que es mejor decirlo de una vez... Mi labia se soltó y creo que ahora estas queriendo que llegue al punto, ya ni siquiera se que digo...–respire profundamente – bueno... El punto es que... Hay veces de lo cual me arrepiento, no se como clasificarlo, pero... Hace unos años, yo... Más bien una información llego a mis manos, mientras me encontraba creando un nuevo virus un correo electrónico llamo mi atención, era de un chico llamado Greg, me pedía ayuda y me había dicho que no cuestionará como consiguió mi correo, lo que él necesitaba era que lo sacara del infierno que estaba viviendo.

»El chico según por lo que me contó, había sido secuestrado a la edad de nueve años y desde entonces había estado viviendo bajo maltratos por parte de sus secuestradores, dijo que había conseguido enviarme el correo en un descuido de uno de "sus clientes" que le habían impuesto, robo su celular e hizo un poco de magia con este para poder encontrar a un Hacker, a lo cual llego a mi, me pedía y me rogaba que lo rescatara, que no soportaba más violencia, más golpes, más violaciones que vivía a diario, día y noche— solté una respiración y trate de apaciguar el nudo de mi garganta.

—Lo único que hice fue ignorarlo, tratar de olvidar como si ese correo nunca me hubiera llegado... Pasaron meses en los cuales me llegaron varios correos, hasta que en una ocasión me llego un vídeo, en este salia un hombre y decía que había encontrado el celular de aquel chico, y como vieron que me estaba pidiendo ayuda decidieron enviar el vídeo a mi y restregarme que como no lo había salvado, él iba pagar las consecuencias de las personas malas—Mis ojos se inundaron de lágrimas y una que otra rodó por mis ojos... Sentía un gran nudo en la garganta.

—Eran cuatro Hans, lo violaron entre cuatro personas.... Y me lo mostraron en video... Me dolió ver como él chico lloraba y suplicaba, me dolió ver sus ojos mirando a la cámara con el dolor impregnados en ellos, y aún después de eso no pude reaccionar... Solo me encerré en mi habitación y llore. — apreté mis ojos ya que picaban a causa de las lágrimas.

—Esas imágenes me atormentaban cada vez que cerraba mis ojos, en cada uno de mis sueños, que en realidad ya no eran sueños, más bien pesadillas en las cuales me despertaba llorando e incluso gritando... Hasta que Nick me obligo a confesarlo y aunque fuera difícil de creerlo, él me dijo que si quería hacer el cambio que no me quedara con los brazos cruzados, que tal vez aun podía ayudarlo, y si no, que hiciera acciones que ayudaran a los demás, era algo así como rellenar el hueco que aquel chico había dejado— me limpie las lágrimas y proseguí —Y así lo hice, aunque Nick no sabia de mis instituciones, yo trataba de rellenar esa maldita culpa de que pude hacer algo, pero no lo hice... Semanas más tarde de lo del chico, otro nuevo volvió a contactarme, esta vez hice algo... Me puse a investigar y me tope con personas que no debía, pero que al final de cuentas me ayudaron, entre ellos una mafia Rusa...


»Un hombre llamado Aleksander, es el jefe de la mafia Rusa, lo contacte a él y le dije que le iba a pagar a cambio de un favor, él fue el que se encargo de rescatar a ese chico que había sido vendido desde la edad de los trece años y era utilizado como esclavo sexual... Al final Aleksander no me cobro nada, aunque no lo creas tiene un gran corazón, meses después me enteré que Aleksander y Doug, el chico que rescatamos se casaron y ahora, el solo saber que son felices, como muchos otros que hemos rescatados hacen que la culpa disminuya un poco, aunque hay veces en los que me sigo atormentando con eso— el silencio permaneció por un buen momento, hasta que Hans hablo.

—¿supiste que paso con aquel chico?— preguntó.

–Greg— suspiré y cerré mis ojos, solté un suspiro y continúe hablando. —Sí, Aleksander se encargo de buscarlo con las pistas que le di, el chico se encontraba tan mal, que cayó en coma, semanas después murió, Aleksander fue el mismo que se encargó de torturar a cada uno de sus secuestradores y al que se hacia llamar su jefe aun lo tiene, como una de las putas personales de sus trabajadores, ahora cada día siente que sentía Greg... Y pienso que eso es poco para lo que le hicieron al pobre chico.


(…)


En cuanto llegamos a Washington papá nos recibió con un gran abrazo en el aeropuerto, mi hermana estaba que se comía con la mirada a Hans al igual que mamá, por más que ambas trataran de ocultarlo. Me sentía tan incómodo que mamá me abrazara, el saber lo que le hace a mi padre, no quería ni recordarlo por que me daban nauseas.

—Es bueno tenerte de regreso hijo— hablo mamá.

—Solo serán unas semanas— trate de sonreír.

—Bien, vayamos a casa, deben estar cansados— hablo esta vez papá. Y todos obedecimos su orden, al llegar a casa solo fue cuestión de minutos para que nos instalaramos y Hans y yo cayéramos en un profundo sueño.

Tal vez pasaron minutos, tal vez horas, hasta que un toque en la puerta nos saco de nuestro sueño.

—Damen, mamá y papá te llaman para almorzar, ¿Puedes despertar a tu amigo? Toque en su puerta pero creo que aún sigue dormido– me levante perezosamente y me removí entre las sabanas, dormí mucho, ya que ayer llegamos en la tarde y no es hasta ahora que deapertamos.

Trate de que la ronca voz de todas las mañanas no saliera y al mismo tiempo de no reírme, digo, mamá y mi hermana aún siguen pensando que Hans es mi "amigo", o tal vez un gran amigo de papá que ahora era mi amigo... No sé que pasa por sus locas cabezas, digo, incluso delante de ellas lo he tomado del brazo.

—Ya voy, no te preocupes, ahora lo voy a despertar— bosteze y removí a Hans —Despierta dormilón— me acerque a su mejilla y comencé a repartir le besos, hasta que el esbozó un sonrisa.


—Que

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—Que... Que malo Hans, estabas despierto— se giro y me sonrió.

—Buenos días a ti también— me tomo de la cintura y me sentó a horcajadas, comenzó un beso lento y sensual, terminándolo encajando sus dientes en mis labios.

—Veo que tu amigo esta muy feliz— reí —Tenemos que ducharnos y bajar a desayunar, además, hoy tu guía de turismo especial te dará un gran recorrido por las calles de Washington—

Me iba a retirar de encima de su cuerpo hasta que me volvió a detener y me volvió a besar.


—Te amo— dijo entre besos

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—Te amo— dijo entre besos. Mi corazón comenzó a palpitar velozmente y mi cuerpo tembló ante su voz.

—Y yo te quiero, pero si me sigues mimando más te amare— Sonreí, deje un beso casto en sus labios, me separe de él y me dirigí al baño.

Al adentrarme a este note mi cara en el enorme espejo frente a mi.

¡¡¡COMPLETAMENTE ROJA!!!

—¿¡Qué me estas haciendo Hans!?— Murmuré. Este hombre me estaba haciendo caer en sus encantos, en sus lindos encantos.




Holiwi.... YA SE, MATENME, TUVE UN GRAN BLOQUEÓ MENTAL CON ESTA NOVELA Y LUEGO LE SIGUIERON LAS OTRAS NOVELAS, AÑADIMOS QUE TENGO MUCHOS TRABAJOS Y PROYECTOS... PERO ESPERO Y YA NO VOLVER A IRME...

GRACIAS A TODOS MIS PEQUEÑOS ACOSADORES QUE ME ENVIARON MENSAJES  Y DEJARON COMENTARIOS.... SIN MÁS QUE DECIR... CAMBIO Y FUERA_-_-_-____

Hacker I & II +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora