IV. Una historia sobre mi pecho:

92 4 3
                                    

Si les tengo que contar una historia,
esta es de las pocas,
que mi ser odia recordar.

Fue un día, hace mucho, mucho tiempo,
cuando en mí, aún quedaba esa oscuridad,
esa pura maldad, aquellos "tristes lamentos".

Ahí fue cuando alguien se cruzó en mi camino,
pobre alma que me rogaba consuelo,
quería entrar en alguna parte de mi pecho,
romperme y sacarme suspiros,
como muy pocos lo han hecho.

Pena sentía, pues yo no quería eso,
alma como aquella, no deseaba ver tal infierno,
pero insistió e insistió,
aun con esa fantasía de mi pecho:
"¡detente ahí!, ¿Qué pretendes?"
Pregunte harta, al ver como continuamente se estrellaba
con tal pared de acero.

Exhausta al ver tal insistencia y heridas por todo su cuerpo,
decidí dejar que entrara, finalmente a mi pecho.
Sonriente, con una oxidada espada en su mano,
débil hizo, un gran agujero.
Introdujo su cabeza y miró hacia adentro:
"aquí no hay nada, nada más que un vacío eterno"
reclamó con molestia y un fuego se prendió en mis adentros.

"¿Qué es lo que esperabas?, ¿amor?, yo no sé nada de eso,
¿un latiente corazón?, porque hace mucho tiempo que no tengo,
esperabas algo, que no sabías si poseo,
y me quisiste a mí, sin saber si yo te quiero"

Y así pasaron días enteros,
ahora el alma, solo desea mis consejos,
busca en otros pechos, con sabiduría,
lo que un día,
buscó en mi vacío pecho.

Deze afbeelding leeft onze inhoudsrichtlijnen niet na. Verwijder de afbeelding of upload een andere om verder te gaan met publiceren.
A través de mi almaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu