3

2.1K 225 84
                                    

Han pasado otras dos semanas y no he descubierto porque Pimentel actúa de la manera en que lo hace pero al menos la semana pasada Christopher decidió disculparse, creo que entendió el mensaje, tenemos cuatro clases juntos y en todas me negué a sentarme a su lado, supongo que el rechazó lo molesto porque el jueves, justo después de la escuela, me siguió al estacionamiento y se paró frente a mi auto.

La historia es larga pero intentaré explicarla lo mejor que pueda.

Entonces, estaba yo sentado en mi auto con el motor encendido, en ese momento me sentía realmente enojado con él, estaba tan enojado que podría haberlo arrollado, quería hacerle daño de la misma manera en que lastimó a Pimentel pero Christopher estaba haciendo esa cara patética y comencé a sentir lástima por él. Finalmente, apagué el motor. Él tomó ésto como una invitación para venir y sentarse conmigo. Cuando abrió la puerta del auto noté que le temblaban las manos, había estado sudando porque podía olerlo en su camisa. Mi auto no es muy grande así que cuando se sentó en el asiento del copiloto el auto se balanceó un poco.

—Lo siento ¿está bien? —comenzó—. Estaba molesto y... —su voz se desvaneció.

Christopher siempre ha sido un tipo duro. Cuando estábamos en la escuela primaria él me defendía todo el tiempo incluso cuando estaba em un error. Estoy acostumbrado a verlo controlar a las personas a su alrededor como si no le importaran un comino pero creo que cuando se trata de mí actúa diferente y ese día, cuando se sentó en mi auto, no era él mismo. Después de unos minutos de silencio eventualmente escuché sus sollozos ahogados, su llanto fue suficiente para hacerme olvidar mi enojo, era como si tuviéramos cuatro años de nuevo y sólo nos tuviéramos el uno al otro.

—No quería hacerte daño —confesó—. Solo quería golpear la cabeza de ese idiota pero tú interferiste. Siento haberte atacado. Yo te—

—¿Qué? —lo presioné porque quería saber que iba a decir.

Él no dijo nada por un momento, le tomó un tiempo volver a hablar.

 —Eres muy importante para mí.

Sabía que eso no era lo quería decir, vaciló por mucho tiempo pero no me importa escucharlo suplicar por mi amistad, él arruino las cosas y decir lo siento no es suficiente.

—¿Qué estas tratando de decir?

Una vez que le pregunté supongo que decidió no andarse por las ramas, sus ojos me miraron, con lágrimas y todo. Lo miré, esperando su respuesta. Christopher se movió lentamente hacia mí, la parte superior de su pecho se inclinó más cerca de mi cuerpo, realmente podía oler su sudor, la colonia que usaba no se mezclaba bien con el almizcle. Cuando se acercó más me di cuenta de lo incómodo que esta situación me hacía sentir, estaba listo para retroceder y lo que es peor, golpearlo, pero Christopher dejó de moverse y de repente colocó una mano sobre mí hombro. Estábamos cara a cara en el auto, probablemente parecía que nos besaríamos. Si alguien viera lo cerca que estaba Christopher de mí cara habría supuesto que eso es lo que estábamos a punto de hacer.

-Erick, quiero... -Sus ojos miraron más allá de mí, hacia alguien que obviamente estaba en la ventana.

Me alegré de que alguien lo interrumpiera porque las cosas se habían tornado bastante perturbadoras. Cuando me di la vuelta una chica que Christopher conocía nos saludaba a los dos. Ella me sonrió y luego hizo un gesto para que Christopher saliera del auto.

Se seco los ojos cuando me dijo: —Italica.

La he visto a su alrededor pero nunca me importó saber quién es; todavía no me importa.

—Le dije que iría a los bolos —dijo—. ¿Quieres venir?

Rechacé la invitación, no estaba de humor para pasar el rato. Luego, cuando se movió para abrir la puerta del auto, me dijo: —Como dije, Erick, lo siento. ¿Podemos volver a la normalidad?

Sin límites [Joerick]Where stories live. Discover now