6

1.6K 193 106
                                    

Todavía siento la boca de Joel en mis labios; el beso había durado sólo unos segundos y, sin embargo, mi mente no puede olvidar ninguno de los detalles. De todos modos, han pasado cuatro días desde que ví a Joel. Después del incidente en su casa, no he tenido el valor de regresar a la escuela. He dejado que un estúpido beso me impida seguir con mi vida.

Hoy, decidí adormecer mi cerebro con la televisión, estoy tratando de ver un partido de fútbol pero sigo viendo la cara de Joel. Inmediatamente, sacudo la cabeza y la imagen se disuelve. Una vez que se ha ido sigo viendo el juego pero antes de darme cuenta su cara reaparece, es como si mi mente quisiera seguir recordando como Joel me beso, como se movió contra mis labios con total confianza. No hubo dudas. Él me beso como...

—¡Mierda! —lanzo el control remoto a través de la habitación.

Nada de esto tiene sentido.

No soy gay.

No creo que Joel sea gay, tampoco.

Durante los últimos días, he estado juntando las piezas. La mejor explicación que he encontrado es esta: fui a su casa sin haber sido invitado, ese fue el primer error. Cuando llegue allí, él en verdad creía que yo había destrozado su freeride, cortado las llantas del auto de su madre y dejado un mensaje cruel en su buzón. Entonces, como un idiota, le dije que me gustaba y ¿qué hizo Joel? Me humillo con una broma homosexual. Es como cuando un tipo te grita en los vestidores "¡deja de mirar mi pene, hermano!" y todos comienzan a reír. Estoy pensando que tal vez el beso fue su forma de humillarme y así obtener su venganza.

—¿Qué demonios voy a hacer ahora?

Un suave golpe en la puerta me sobresalta, después, escucho una voz suave al otro lado.

—Cariño ¿te importaría salir un momento?

No esperaba que mi madre estuviera en casa, son las once de la mañana y su trabajo queda bastante lejos de aquí. Normalmente, alrededor de la seis ya no está. Pensé que la había escuchado irse. Para ser sincero, mi madre no es la persona más tranquila en las mañanas, su rutina consiste en golpear y hacer sonar las ollas y los cubiertos. Cuando llega tarde del trabajo es la licuadora la que escucho junto con la tabla de cortar. Tengo curiosidad de saber por qué está de vuelta en casa.

Tomo mi tiempo y salgo. Cuando abro la puerta, veo a mi madre muy de cerca. Está usando Diamante Blanco. Lo sé porque es su perfume favorito y lo usa todo el tiempo desde que yo era pequeño. Cuando era niño pensaba que era el mejor olor de todos pero ahora no puedo soportarlo porque ella se pone demasiado. Doy un paso hacia atrás frotándome la nariz.

—¿Qué, mamá? —Estoy sonando molesto a propósito porque quiero que esta conversación sea rápida. Todo lo que quiero es saber porque está en casa temprano.

—Me llamaron de tu escuela —comienza.

—Mamá —estoy listo para dar mi excusa, le diré que estoy enfermo—, puedo explicarlo...

Justo cuando estoy preparado para decirlo, ella parece estar lista también. Sin demora, mi madre me interrumpe: —Te ves bien, no estás enfermo.

—Pero...

—Desde hace cuatro días no pareces ser tú —su expresión se suaviza, me imagino que me está viendo de nuevo como un niño de cinco años—. ¿Qué pasa, cariño?

—Nada —respondo rápidamente.

—Puedes decírmelo —es persistente.

Cruzo los brazos sobre mi pecho.

—Ya te dije, no pasa nada.

—Entonces —insiste—, quiero que vayas mañana a la escuela ya que "no pasa nada".

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 20, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Sin límites [Joerick]Where stories live. Discover now