Our Little Story

Escenas inesperadas

Camila vió que faltaban veinte minutos para que las clases empiecen y sentía que le debía a Lauren una explicación, así que se dirigió al salón de la profesora.

- Lauren... - Emitió entrando al salón y cerrando la puerta

- ¿Se le ofrece algo, señorita Cabello? - Dijo friamente sin alzar la mirada de los papeles que atendía

- Yo... Austin... lo que pasa es... - Intentaba explicarse

- ¿Te está obligando? - Preguntó con esperanza en la mirada

- No - Era cierto, ella tomó una decisión; Camila agachó la cabeza y a Lauren le dieron unas ganas terribles de llorar

- ¿Porque regresaste con él? - Cuestionó sollozando levemente

- Él me lo pidió, ha cambiado Lauren, no sé si lo sabías pero ha estado en terapia, quiso intentarlo de nuevo conmigo y acepté - Susurró casi audiblemente

- Vete - Emitió Lauren con el corazón roto y la voz en un hilo

- Lauren... - Las lágrimas se hacian presentes cada vez más

- Camila, por favor vete - Se cubrió con ambas manos la cara, agachó la cabeza y apoyó sus codos en su escritorio

Camila sabía que su sóla presencia le hacía daño y lo último que quería era herirla más, así que se dirigió a la puerta - Te amo - Fue lo último que le dijo antes de salir

- No mientas - Decía Lauren a la nada, pues Camila ya se había ido

Los días siguientes, Camila andaba con Austin a todos lados, todo volvía a ser cómo en los viejos tiempos, esos tiempos en los que todo el mundo de Camila era absorvido por Austin, ignorando a los demás.

Llegó el jueves, el día que Lauren y Camila esperaban que llegue y a la vez no.

Camila cómo ya era acostumbrado se dirigió al salón de Lauren, el corazón le latía cada vez más rápido en lo que ella se acercaba, se paró frente a la puerta y la golpeó suavemente con sus nudillos.

- Pasa - Dijo Lauren dentro del salón

El lunes fue su última conversación, desde ese día Lauren se limitó a verla de vez en cuando pero le era dificil observar cómo era feliz con Austin. Camila tambien veía a Lauren cada vez que podía y le era doloroso notar el sufrimiento en su expresión, ella también sufría aunque no lo pareciera.

Camila tomó la perilla de la puerta y entró, estaba muy nerviosa, mientras se acercaba más a Lauren unas ganas  locas de besarla la invadieron.

- Señorita Jauregui, buenas tardes - Emitió detallando el rostro de Lauren, la manera que fruncia su ceño en señal se concentración y cómo sus delicados dedos sostenian un lápicero con el que revisaba exámenes.

- Continúa llamándome Lauren, les di la confianza a todos los del grupo y a pesar de lo que haya pasado, no necesitas cambiar ese trato conmigo - Decía con voz vacía casi robótica cómo algo que memorisaste y de tanto repetirlo pierde el sentido; lo dijo sin dejar de observar los papeles que estaban en su escritorio - Siéntate, por favor - Camila asintió y fue por una silla, Lauren la observó por primera vez desde que ella entró al salón, los demás días la había visto pero no tan cerca como ahora; examinó sus manos, temblaban y tomaban torpemente la silla; caminaba despacio arrastrando los pies, como si su cuerpo le pesara; su rostro se veía decaido, su expresión era triste, desolada; además sus ojos se veían hinchados como si habría llorado, y sí, así era.

Camila notó que Lauren la obserbava cuando tomó la silla, volteó para ver donde la posicionaba y sus miradas se cruzaron por un segundo, Camila fue la primera en apartarla, Lauren la seguía observando; Camila finalmente puso la silla al frente del escitorio de Lauren y no al lado de ella como siempre.