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Mi piernas temblaban, sentía que no podía caminar. ¿De dónde habían salido esos dos? ¿Acaso no me libraría nunca de esta maldición? No entendía por qué esa amabilidad en sus voces, ¿se olvidaron de todo el daño que me causaron en aquel tiempo?

Sentía mi corazón estremecerse, como se estrujaba cual esponja haciendo doler mi pecho. Eras tú... Sacudí mi cabeza para no llegar nuevamente a remover esos recuerdos. Sabía que no debía abrir ese baúl, nunca más. 

Llegué a mi casa y me dirigí a la habitación. Me dejé caer de espaldas a la cama, permitiendo a mis lágrimas salir. El sollozo se intensificaba cada vez más, todas mis heridas estaban abiertas en este momento. No podía dejar de pensar en la escuela, no podía. Simplemente se me hacía difícil sacarme a ese chico de la cabeza, otra vez. Otra vez la misma historia... ¿No iba a dejar nunca de sufrir? Estaba harto de esto.


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- Hyung... -solté mientras revolvía con lentitud el café que esperaba frente a mi.

- ¿Qué ocurre? -respondió en la misma posición que yo, mirando fijamente la misma nada.

- ¿No recuerdas su nombre?

- Lo siento.

- Y... ¿Volveremos a cruzarlo algún día?

- No lo sé, Jiminnie...

- Necesito verlo. Aclarar las cosas, yo nunca he mandado a nadie a molestarlo...

- No mandamos a nadie pero tampoco lo defendimos.

- Tiene razón... Somos unos malditos cobardes, Hyung. -tomé un sorbo, Hobi hizo lo mismo.

- Teníamos otra cabeza, Jimin. Éramos más inmaduros y cada quien tenía su gran problema en ese momento. 

- Pero si nos ayudábamos entre nosotros, ¿por qué no a él?

- Porque nos jugaba en contra la reputación. No es justificativo, lo sé, pero íbamos a ser golpeados nosotros también...

- No me importa. 

Continuamos bebiendo hasta acabarlo. Me levanté de mi asiento, recogí las tazas y las lavé en la cocina. 

- Me iré a acostar Jiminnie, hoy ha sido un largo día. No duermas tarde, ¿de acuerdo?

- No lo haré, Hyung. Descansa.- sonreí.

Al terminar con las tazas, me senté en el sofá y encendí la televisión. Nada interesante para ver, nada que capturara mi atención. Ese chico no dejaba de dar vueltas en mi mente, no podía quitármelo. Su belleza y mi gran culpa me inundaban la mente, sentía que si no hacía algo pronto iba a enloquecer. 

¿Cómo era posible que haya estado tan ciego? ¿Que no me haya dado cuenta que necesitaba nuestra ayuda? Tal vez el día de hoy sería mi pareja, mi perfecta pareja... Pero, ¿a quién le interesan las parejas en este momento? Lo que debía resolver antes de pensar en ello, era cómo acercarme a él sin que se asuste, sin que me odie. 

Ni siquiera sabía su nombre, ni dónde vivía, ni a qué se dedica... No sé nada de él, más que es el chico al cual todos golpeaban en la secundaria. Un precioso chico que merecía ser protegido. ¿Podría protegerlo? Alguien tan cobarde como yo, ¿podría cuidarlo de los peligros? 

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Me había quedado dormido, ¿qué rayos? Mi día comenzaba casi a la par de la salida del Sol. Estiré mis brazos y salí de la habitación para meterme al baño. Tenía las palmas apoyadas en el borde del lavamanos, mi cabeza mirando hacia abajo. Quería llorar nuevamente, pero no me lo iba a permitir, no esta vez. Debía olvidar a ese maldito chico, esa maldita escuela y todo lo que tenga que ver con ella. 

Me di vuelta y me dirigí a la cocina para prepararme un desayuno, tenía muchas energías el día de hoy. Me encontraba sentado en el sofá tomando mi café con leche, mientras miraba una película, cuando sentí un ruido extraño cerca de la puerta. Caminé hasta el lugar con mi taza de café y miré hacia abajo, había una carta que habían deslizado por debajo. Le levanté y miré atentamente el nombre, era de la escuela. 

- Al diablo con esto. -la tiré a la basura y regresé al sofá.- Me tienen harto con sus invitaciones a las reuniones de ex alumnos, ¿a alguien le interesan esas estupideces?

Al terminar el desayuno, lo dejé en el fregadero y me fui a bañar. Debía hacer muchas cosas hoy, como ir a buscar trabajo y conseguir un loro. Necesitaba un loro, para que hable conmigo en mis solitarias noches y me despierte en mis vacías mañanas...  Agh, que solo me siento.

Only You - •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora