Estaba tomando un café en el bar que se encontraba a la esquina de la veterinaria donde busqué empleo. El día de hoy me estaba yendo bien, dijeron que iban a llamarme y mi ánimo estaba perfecto.
Eran ya cerca de las tres de la tarde, literal había pasado el día recorriendo la zona. Estaba tan cansado y hambriento que al salir del bar, decidí ir un kiosko a buscar un ramen. Lo cual se hacía rápido y podía comer mientras llegaba a mi casa. El kiosko estaba a dos cuadras, no caminé mucho.
Al terminar de comprar, le eché agua y salí del lugar mientras esperaba que se asiente la comida. Iba caminando cuando, por alguna extraña razón, miré hacia la parada del bus que se encontraba en la esquina. ¿Acaso era...? Decidí acercarme, ya que no lo vi en muy buen estado.
Me senté a su lado a comer mi ramen. El chico lloraba sin consuelo y no se había percatado de mi presencia. Cuando ya no soporté su llanto, decidí hablarle.
- Hace unos treinta minutos que estoy aquí sentado escuchándote llorar, el ramen está por acabarse y tú sigues llorando como un desquiciado. ¿Te vas a quedar todo el día aquí?
Con los ojos abiertos, levantó la cabeza de las palmas de sus manos mirando al frente, sorprendido como si hubiera escuchado susurros del más allá. Giró lentamente para mirarme. Su rostro me estaba partiendo el corazón, pero no me podía permitir abrazarlo. Su nariz estaba roja como Rudolf y sus ojos hinchados como si hubiera llorado por días. Sorbió su naríz y me respondió.
- ¿Qué haces aquí?
- Vivo a unas cuadras.-estiré mi mano.- ¿Quieres?- le ofrecí.
Miró la comida y luego me miró.
- No me pidas permiso, sólo come.
- P-por qué...-aclaró su garganta.- ¿Por qué estás haciendo esto? ¿No era que me odiabas? -preguntó mientras tomaba un bocado.
- Lo hago. Te odio demasiado, pero no es muy humano ver a alguien que conoces llorar de esta forma y dejarlo así. -lo miré fijamente.- Pero esto no quiere decir que me caigas bien, porque es posible que nunca lo hagas.
- Pero estás diciendo que puede que me quieras en algún momento... -masticaba.
- Tendrás que esforzarte mucho si en verdad quieres acercarte a mi.
Miró al suelo por un momento mientras tragaba.
- Oye... -habló.- ¿Irás a la fiesta de ex alumnos?
- No.
Me miró sorprendido.
- ¿Enserio? No te he visto en ninguna y pensé que tal vez...
- ¿Para qué? Seguramente me terminan golpeando en el suelo como todos los años. ¿No?
- Pero esta vez irías con Hoseok y conmigo.
- Mh... -me quedé pensando.- ¿Y eso cambiaría algo? No confío en ti, y menos en tu hermano.
- Sería una demostración de confianza... Mh... ¿Cómo es tu nombre?
- ¿Ves? Ni siquiera conoces mi nombre... -comenzaron a aguarse mis ojos. Todos los recuerdos se me estaban viniendo a la cabeza.- Min... Min Yoon Gi.
- Yoongi... Bonito.- sonrió.- Yo soy Jimin, Park Ji Min.
- Lo sé.
- ¿Cómo es qu...
- Iré. -interrumpí.- Iré, pero no esperes que socialice con nadie, porque si por mi fuera... Prendería fuego esa maldita escuela con todos ustedes dentro.
Jimin quedó en silencio mirándome algo asustado.
- De acuerdo. Es este fin de semana, faltan unos tres días...
- Sí. Nos encontraremos aquí, no queda lejos del colegio.
Jimin asintió.
- Y algo más. - dije levantándome del banco mientras lo observaba.- Si veo que traman algo, te conviene no acercarte nunca más, ni tú, ni tu hermano, ni ninguno. ¿Entiendes?
- S-sí. ¿Debo tomarlo como una amenaza?
- Si así te suena, entonces... Sí.
Me di media vuelta y continué mi camino. Me sentía orgulloso de mi actitud, pero un miedo recorría mi interior. No quería volver a pasar por lo mismo de hace unos años. Aunque sentía que debía avanzar, realmente no quería ir a esa fiesta. Pero no pude resistirme a su invitación, no pude resistirme a sus ojos, ni a su voz, ni a su cercanía... No pude resistirme a Jimin.
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Only You - •Yoonmin•
Fanfiction' El amor puede ser el sentimiento más buscado por la humanidad, el tan esperado enamoramiento pone estúpido hasta al más cruel. Sin embargo, el amor es traicionero, te hace perder el sentido e incluso tu propia dignidad cuando estás enamorado de qu...