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Sentía que la tristeza se apoderaba de mí conforme pasaban los días, que mi interior se tornaba cada vez más oscuro y la vida tenía menos sentido cada mañana. ¿Por qué me siento así? Me odio a mi mismo muchas veces por permitir que la depresión me vaya consumiendo, pero mi poca fuerza de voluntad siempre me abandona en los peores momentos. Llego a sentirme tan poca cosa que me dejo ahogar por esta nube negra, sintiendo que si falto, nadie se dará cuenta. Como fue en estos últimos 22 años de mi maldita vida, con la diferencia de que ahora siento algo de vació en el pecho, y no sé por qué... Pero es horrible. Es horrible el sentir que me falta la mitad del mundo, la mitad de mi o la mitad de mi corazón, sentir que estoy aún más solo y que moriré así... Sin nadie. Y es extraño, porque no sentía este vacío desde el último año de secundaria, cuando dejé de ver a esos malditos compañeros, los malditos profesores, la maldita directora y al maldito Jimin. 

- Jimin... -susurré casi en silencio, con mis ojos aguados y mis labios secos. 

Sentí mi pecho palpitar como si hubiera tomado vida propia y quisiera levantarme dándome golpes con más fuerza cada vez. Mis manos se sentían frías por tenerlas tanto tiempo sin movimiento, y mis dedos... Sus puntas estaban congeladas. Tenía todo el cuerpo dormido por estar horas en la misma posición, excepto mi corazón. Mi corazón quería correr hacia él, sin importar qué, y mi cerebro lo apoyaba. ¿Cómo lo supe? Pues, cuando cerré los ojos y las imágenes de Jimin se me venían a la cabeza. Las imágenes andando en bicicleta por primera vez cerca de los 8 años, con su madre. Luego en el primer año de secundaria, cuando volví a verlo por primera vez luego de casi seis años... Su pelo rubio, más alto y su cuerpo tan definido como no me lo habría imaginado jamás. Y su rostro, oh joder... Su rostro. Parecía realmente tallado por ángeles. Finalmente, mi recuerdo suprimido, por el cual comenzó todo esto;  me había animado a hablarle por fin, me había armado de valor para darme a conocer y aunque sea tomar su amistad.

*recuerdos*

Caminaba por el pasillo de la escuela, con las manos en mis bolsillos y la mochila colgando en mi espalda. Levanté la vista y estaba él, riendo con su deslumbrante sonrisa y hablando con algunas chicas bastante lindas. Estábamos en el primer año de la secundaria y realmente no podía creer que mi vecino de hace años estuviera hoy en el mismo colegio. Pensé que era mi oportunidad para hacer amigos por fin.

- Hola, Jimin.

- ¿Quién eres? -preguntó sorprendido.

- Fui un vecino tuyo hace seis años, cuando vivías en Busan... 

- No te conozco, lo siento. -hizo una mueca de lástima.

- Es por eso que vine a saludarte... -rasqué mi cabeza.

- Hey Jimin, ¿no vienes? -preguntaron unos chicos.- ¿Y este pequeñin?

- Oh, él es... eh... -me miró.- Yoongi. -sonrió a los demás.

- ¿Y es tu novio o qué? Apúrate si quieres entrar en el equipo... -miraron mi cuerpo de arriba hacia abajo y viceversa.- Pero sin el ñoño.

Jimin asintió y se fue sin... Sin siquiera saludarme o mirar hacia atrás. Y ahí quedé yo... Solo. Las chicas comenzaron a reírse de mí, y comencé a correr mientras las lágrimas brotaban de mis ojos sin intenciones de parar. Toda la escuela miraba desde arriba y se reía de mi gran espectáculo... Ese día... Desde ese momento nada fue igual. 

*fin del recuerdo*

- Aish... -me quejé levantándome de la cama.- Hoy acabaré con estos sentimientos.

Salí de la habitación para acto seguido tomar las llaves y salir del departamento. Necesitaba un poco de aire fresco y buscar una cerveza.

Only You - •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora