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* (25) llamadas perdidas: Número desconocido. *

- Agh~ ... Despertar con tantos reclamos es un dolor en los testículos. Qué carajos quería decirme ahora, ¿ah? -comencé a quejarme mientras me levantaba de la cama.

- Jimin, ¿no crees que deberías llamarlo? - Hoseok se sentó al costado para refregarse el rostro y buscar las pantuflas.- Seguro quería aclarar todo esto... -susurró a la vez en la que se asomaba bajo la cama y tomaba el par.

-¿ Aclarar qué? -comencé a atar los cordones de las converse negras.- ¿Aclarar que me ha estado enamorando para luego tener el placer de mandarme a la mierda y salir con esa? ¿Eso quiere explicar? -me levanté bruscamente al tener ambas zapatillas atadas y caminé hacia la cocina.

- No creo que sea eso Jiminnie... -mi hermano caminaba detrás mío.- Deberías habl-frené en seco y me giré apuntándolo con mi dedo índice.

- ¡¿Quieres callarte por el amor de tu madre?! Qué tanto defiendes, ¡¿ah?! -me acerqué, enfurecido.- ¡¿Acaso crees que no tenía razones para hacerme algo así después de lo que sufrió por mi maldita culpa toda su secundaria?! ¿¿Crees que eso no me carcome la cabeza día a día y que no me siento culpable?? -mis ojos comenzaron a aguarse y sólo veía a un Hoseok asustado frente a mi, borroso por las lágrimas.- ¡¡Me odia, Hoseok!! ¡Y me lo merezco!

- Jimin... -me abrazó suavemente mientras lloraba en su hombro.

- Me siento un imbécil al creer que estaríamos juntos, que me amaría como yo a él y... -los sollozos aumentaban.- Me siento aún más imbécil por mis actos en ese tiempo... -sorbí.- Yo...

- No digas nada... Lo entiendo.-palmeó mi espalda.- Ve a sentarte, haré el desayuno.

Asentí suavemente y me senté en la silla más cercana. Mis brazos cruzados sobre la mesa y mi vista fijada en la blanca pared. Hoseok acabó el desayuno y lo trajo con paciencia, apoyó la bandeja en la mesa y dejó una taza de café frente a mi. Un pequeño plato con tostadas recién hechas, a un lado, acompañadas de mermelada de durazno. Tomó su taza y corrió la bandeja, sopló su café y le dió el primer sorbo.

- ¡Ohhh Jiminnie! Me quedó delicioso. -sonrió mientras apoyaba la taza en la mesa y untaba mermelada en una tostada.- Mhhggghmmm~ -comenzó a soltar extraños sonidos, cerró los ojos y saboreaba la comida.- Riquisímo.- dió otro sorbo al café y, mientras lo sostenía con ambas manos, me miró.- Deberías probarlo, nunca me había quedado tan bi-

- Lo dejaré ir. -susurré, interrumpiéndolo.

- N-No puedes... - sacó una mano y tomó la mía.- Date una oportunidad Jimin, tal vez sea sólo un malentendido...

- Debo dejar que sea feliz, Hoseok. Conmigo no lo es... -bebí mi café.- Desayunaré y me iré.

- ¡¿Cómo que te irás?! -exclamó.

- Me iré a dar unas vueltas, a pensar... -noté que asintió.- Necesito estar solo.

Only You - •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora