Lo Que Has Echo de Mi

1.4K 94 58
                                    

Narra Leslie

•Narra Leslie•

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Es... Una marca de hermanos —Menti y al darme cuenta de que había tartamudeado tuve que pensar una forma muy ingeniosa de arreglarlo. —Es muy valiosa para nosotros.

Estaba jodida, eso no sonaba real... O normal.

—Mientes —Decretó con tono justiciero pero su semblante se mantenía calmo, acaba de encender un cigarrillo ante mis ojos y al cabo de cinco segundos le había dado dos caladas.

—Intenta adivinar —Sonreí inocente como una niña, el rubio rodó sus ojos aburrido de la situación y soltó un suspiro acompañado con un comentario de disgusto hacia las adivinanzas pero más allá de eso acepto sin demasiado revuelco.

—Tiene que ver con... ¿Tu padre? —Preguntó a lo que negué con mi cabeza mirándole expectante y teniendo asegurado que no daría en el blanco y al cabo de un rato se rendiría dejándome a mi más tiempo para pensar una excusa viable. Se removió a mi lado y por un segundo miro la ventana con desinterés. —Tu... ¿Desaparecida madre? —Preguntó con timidez alzando una de sus cejas, esta vez si me observaba, más bien, analizaba si su cuestión me había molestado. Ladee mi cabeza.

—En parte —Carraspee con dificultad, percatándome de que si no detenía esto o lo desviaba terminaría develándole una verdad que no quería. — ¿Sabes que, Billy? No quiero hablar de eso ahora, olvídalo, es solo una marca estupida e insignificante para ti —Bufé cambiando instantáneamente mi lascivo humor por un carácter fastidioso. Me levante de su lado para recostarme en la cama mientras observaba detenidamente el techo, como si fuese lo más interesante de esa habitación.

—Fue un día muy largo —Corroboró el rubio y pude sentir en la madera el crujido que provocaban sus pasos pesados.

Me incorporé para mirarle, él solo reposo su peso en el minúsculo escritorio puesto en la habitación para terminar de fumar su cigarrillo.

—Que rebelde eres Billy Hargrove —Comente burlona puesto que en la puerta bien señalizado estaba colgado un cartel que indicaba estrictamente lo muy prohibido que estaba fumar dentro de las habitaciones. Él llevó sus ojos a aquel cartel y los volvió para si mismo con indiferente.

Estampó lo que quedaba de la columna del tabaco en el roble del pupitre y clavó sus penetrantes ojos azules en mi como un lobo voraz.

—Deja de mirarme de esa forma... Me intimidas —Gire mi cuello como si quisiese quitar mi rostro de su vista. Billy se mantuvo en la misma posición que antes.

— ¿Mirarte como? —Preguntó fingiendo desentendimiento, me faltaba descubrir aun por qué le gustaba jugar así conmigo.

Requiem for a Blue Jean [Billy Hargrove]Where stories live. Discover now