La caída del príncipe

El Reencuentro

Kylo corrió siguiendo el sonido de los gritos que empezó a escuchar. Había encontrado una especie de subterráneo que estaba iluminado por algunas antorchas, pero por el viento se apagaron dejando el lugar en total oscuridad. Mientras se dirigía hacia allá, su sable de luz lo alumbraba para saber por dónde caminaba. El lugar estaba tan vacío aparentemente que se podía escuchar el eco de sus pasos.

—No hay nada aquí, sin embargo de aquí es de donde proviene el grito...

Empezó a bajar la velocidad de sus pisadas porque notó que estaba ya en el fin del subterráneo lo cual era una pared de piedras.

—Ren, ¿qué paso y Rey? –preguntó Finn apuntándolo con una linterna

—Oímos los gritos, provenían de aquí.

—Como dice Rose, aquí debería estar ella.

Toda la tropa de stroompers y gente de la Resistencia se encontraba en el lugar esperando que el Líder Supremo dé alguna orden.

Kylo no se inmutó a verlos y siguió observando el muro de piedras.

¿Por qué habría antorchas encendidas recientemente, si no hay nada aquí? Pensó él.

—Por dios Ren, estamos perdiendo tiempo. La vida de Rey peligra –gritó Finn

Intentó concentrarse y comunicarse con Rey.

Rey guíame

Mientras tanto Rey herida, empezó a perder fuerza por el dolor.

— ¿Qué sucede? ¿No debería estar ocurriendo lo contrario?

—Te dije que era una mala idea.

De pronto, todo empezó a temblar. El suelo empezó a agrietarse, las cosas se caían. La fuerza de Rey subió de cero a mil.

— ¡Debes ya pujar, entiende que el bebé morirá allí adentro! –grito la mujer que la acuchilló

Y así fue Rey empezó a pujar con todo. El dolor era inimaginable, pero la mujer tenía razón, ella debía colaborar para que ese bebé nazca. Con la fuerza recuperada y a su vez agotándose rápidamente, pudo sentir la presencia de Kylo muy cerca, miró hacia el techo y mientras lágrimas cayeron de sus ojos dio su último pujo gritando el nombre de él, de Ben.

-¡BEN, SÁLVAME!

La cueva estaba en silencio junto con la gente que ya estaba a punto de retirarse del lugar hasta que aquel llamado alertó a todos.

— ¡La Emperatriz! –gritó uno de los Stroompers.

Todos se pusieron alerta y sacaron sus armas.

Kylo con toda la furia que sintió no necesitó mucho para derrumbar la pared de piedras con la fuerza. Todos pudieron observar cómo había un pasadizo que llevaba a distintas habitaciones, las tropas corrieron a inspeccionar cada una de ellas.

Ren solo corría hasta el final del pasadizo, tenía una sensación que ahí estaría ella, su esposa.

Al paso que iba fue dejando atrás a todos y más silencio se podía apreciar. Hasta que por fin llegó al salón principal y pudo observar un cuerpo inmóvil en la cabina y todo el alrededor destrozado.

Oh no...

Kylo tiró el sable de luz y se dirigió a ella rápidamente. Era Rey, el amor de su vida desangrándose. Rápidamente desgarró su capa y ató un pedazo de ella en su brazo haciendo un torniquete. La fuerza al pujar había hecho que la herida se abra demasiado.

—Rey amor, respóndeme –dijo sollozando

—Ben...

Rey respiraba muy pausadamente y su pulso era bajo. Estaba muy cansada, pero el temor de nunca ver a su hijo la mantuvo despierta