Pasiones y Visiones

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  Advertencia: Lemon

Habían pasado dos semanas desde lo ocurrido, Rey y Kylo buscaron un lugar fijo para poder establecer un hogar. En verdad ellos pasaban de un lugar a otro por sus misiones, la mayor parte del tiempo en naves ya que tanto como un Líder Supremo y una Emperatriz tenían obligaciones.

Un planeta llamado Devaron, dónde había un antiguo templo Jedi fue el lugar que decidieron escoger. Vivieron ahí en una casa grande pero sencilla por dentro. Tenía lo justo y necesario para los 3, sin contar la tranquilidad que se percibía.

Al criterio de Kylo, le hubiese gustado llevarla a un lugar con todas las comodidades aseguradas, pero Rey creía que mientras más paz y sencillez mejor.

Llevaban ya dos semanas viviendo ahí y se adaptaron más rápido de lo esperado. Ambos eran personas que no necesitaban de lujos y podían aceptar este estilo de vida.

Anakin era aún un bebé y corría el riesgo en otro lugar de que algo malo le pase, así que lo cuidarían con su vida. Con respecto a las misiones ellos se arreglarían para rotar en tanto al cuidado del bebé.

Por fin, esta sensación. Rey estaba muy feliz por cómo habían terminado las cosas. Tenía a los dos hombres que más amaba juntos.

Mientras Kylo se dedicaba a entrenar con su sable y meditar a las afueras. Rey en la casa decidió tomar una ducha, una refrescante ducha. Dejó al bebé en su corral para que no se escape, igual ella no se tomaría mucho tiempo. Abrió la llave y dejo que el agua recorra todo su cuerpo. Mmm se sentía bien

—Me pregunto cuánto tardará Ben...

Empezó a enjabonarse y a enjuagarse. Cerró sus ojos e intento relajarse por un momento. Y de pronto todo estaba oscuro, nuevamente.

—¡BEN, ESTOY AQUÍ!

Pero por más que gritaba nadie la escuchaba, la distancia era mucha. Ella seguía caminando mientras se tapaba su herida en el abdomen que tenía. No podía correr, se desangraría en el intento.

—¡BEN!

Rey sólo pudo observar a lo muy lejos que Kylo arrodillado sostenía a su bebé. ¿Acaso él estaba llorando...? Y ¿Una mujer lo consolaba? Era como si le hubiesen dado una mala noticia a él.

Oh Rey, esto no es bueno...

—¡AQUÍ ESTOY!

Los intentos eran en vano, su herida empeoraba y él junto a la mujer y su bebé subieron a la nave.

—Por favor...

Su voz se quebraba, lágrimas rodaban por sus ojos sin freno. Corre Rey corre. Pero había sido muy tarde, la nave ya había partido.


Rey se levantó de golpe toda aturdida con esa especie de visión que tuvo.

— ¡¿Amor estás bien?!

Ella se encontró con los ojos de él, mientras la sostenía. 

—Escuche los gritos del bebé y me preocupé...

—Sí amor, es solo que me sentí mal de repente es todo.

— ¿Segura?

—Sí, segura.

Kylo dudoso la cubre con una toalla y la carga en peso. La lleva hasta la cama y luego se acerca al corral a calmar al bebé.

—Ya, ya. Calma amigo, todo está bien...

Rey les echó una sonrisa a ambos, esa escena le daba calidez a su corazón.

—Debo imaginar que aún estás débil por el parto...

La caída del príncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora