Magia

26 1 0
                                    

Recuerdo una noche en especial, fue la primera vez que me quede en tu casa, por primera vez decidí quedarme, te volviste muy importante en muy poco tiempo, jamás me había quedado con alguien que no fuera mi familia o amigas.

Me lo llevabas preguntando un hace un mes y siempre me negaba o aparecían algo que hacia que no me quedara contigo, pero esa noche fue de la nada, estábamos caminando por el barrio y de pronto me lo preguntaste y se dio todo, no pasaba nada que me impidiera estar contigo toda la noche. Solo tenia que preguntarle a mi mamá, ella no sabia mas de lo que yo le enseñaba de tí.

Me acobarde, ¿como empezar?¿que decir?¿que me dira?

Entonces solo me dije:

-1 minuto de valentia, nada mas.

Ese minuto de valentia me ha salvado muchas veces, siempre he temido a los conflictos, a decir las cosas directamente, y este minuto me ha librado de varias, contigo tambien lo he usado muchas veces.

Empecé a contar desde que abrí la puerta, y al llegar al numero 10, entre y solo hable:

-Mamá, ¿me puedo quedar en la casa de mi pareja?-dije casi sin aliento, había dejado de respirar sin darme cuenta.

Mi mamá no entendió al principio asi que gaste completito mi minuto explicándole calmadamente, a lo que ella aun anonadada por lo que le acababa de decir acepto. Felicidad fue lo que me invadió al salir por la puerta.

Fingir que las cosas no te importan era algo que sabia hacer muy bien, es algo en lo que soy muy buena, frenar, esconder, y dar sentimientos; podía hacerlo a mi manera, por eso cuando salí y te vi no le di demasiada importancia, no la suficiente de como en realidad la sentia, no se porque lo hacia, y tampoco porque lo hago, solo no puedo dejar de hacerlo, pero siempre supiste cuando és que hacia eso. En pleno invierno, cuando mi abuelita murio, estaba sola en mi casa, y recibi la llamada de mi primo, quede petrificada durante minutos, y lo unico que sentia pero desesperacion y miedo, el miedo fue lo que ocupo todo mi cuerpo luego, sentía miedo por todo lo que se avecinaba, es por esto que me arme de valor y fui a su velatorio, al llegar, la vi con su Biblia en las manos, con su chaleco favorito, uno de lanilla color burdeo, con pequeñas flores bordadas, ese que le habia dado su madre, su pelo cubierto por un pañuelo, se veía viva, parecía que dormia, a través del cristal parecía un simple sueño, pero era tan real que no pude hacer otra cosa que llorar y llorar. Nunca te lo dije pero me siento tan culpable de no haberme despedido de ella, no tenia la culpa de lo que otras personas habían echo, de toda la mierda que ocasionó que nos separaramos, pero todo estaba hecho, y su presencia me persigue hasta hoy, en ocsciones, al caminar por la calle creo verla, en otras personas, en otras abuelitas, su cara en otras personas, aunque sabemos que no es posible lo que mi mente crea, yo lo siento muy real, en este punto creo que de verdad tenias razón y estoy loca, porque alguien cuerdo no vería lo que veo, no vería las personas que quiere en otras, contigo también me ha pasado.

Al llegar a mi casa intente que no se me notara, pero esto me sobrepasaba y cuando te vi en la puerta, no tenia que decir nada, y ya lo sabias, sabias que yo te necesitaba y que no era fuerte, que solo lo ocultaba, sobraban las palabras, solo necesitaba tus brasos, tus besos y saber que estabas ahí para mi.

Nunca tuve que hablar demasiado contigo para que me entendieras, al menos hasta ese momento.

Pero esa noche, de vuelta a tu casa sabíamos que esa noche la habíamos esperado hace tiempo, solo habíamos alargado los dias, llegamos, subimos a tu pieza y nos quedamos mirandonod, o solo yo te quede mirando, y agradecí por ser yo quien estaba en esa pieza junto a ti y tener la dicha de estar a tu lado. Nos acostamos y abrasamos, como amo tus abrasos, me vuelven loca, literalmente es todo lo que necesito, tus fuertes brazos que me contienen, me hacen sentir tan pequeña, y hay que decir que son muy excitantes. Tus miradas, sentir tus ojos encima mio y que simplemente te vuelvas loco, es lo mejor, ver tu deseo y tu falta de control es fantástico. Esas manos tan grandes y fuertes con las que me acariciabas, con tanto cuidado me tocabas, con tanta necesidad, con demasiada excitacion, esa misma que siento yo cada vez que te veo, cada que pensaba en ti.

Regaloneamos por monton, soy muy regalona y tu tambien lo eres, pero el regaloneo dio un giro muy esperado, besos, abrasos, tus manos en mi cuerpo, las mias en el tuyo, no habia libreto que nos dijera que hacer pero sabíamos como conectar perfectamente, de unos besos tiernos pasaron a bruscos, la ropa nos sobraba y nuestras respiraciones se agitaron, amaba estar de todas las maneras posibles junto a ti.

Te amo con cada celula de mi cuerpo, con cada latido de corazon, te anhelo con toda mi mente y te deseo con cada hormona alocada de mi cuerpo.

Un Informe de FísicaWhere stories live. Discover now