4. A kiss that was never given

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—Déjame arreglarte la bufanda, Adele— pidió Leonhard acercándose a la pequeña, la cual tenía la punta de la nariz roja y una amplia sonrisa en el rostro.

Y no era para menos, desde la mañana todos los patios y jardines de palacio estaban cubiertos por una hermosa capa blanca. Nieve, esa hermosa y fría amiga que se hacía acto de presencia solo algunas veces al año.

Así que desde que terminaron con todos sus deberes salieron a jugar con la pequeña, la cual tenía la compañía de Shadow en todo momento junto con las nanas.

Heine, quien se encontraba recargado en una de las paredes en donde se encontraba la puerta que daba al jardín, observaba todo desde ahí. Se podría decir que junto con la pequeña él era de los más abrigados.

Ahora mismo se encontraban haciendo un muñeco de nieve... o eso parecía que intentaba. Pues por diferentes puntos de vista de ciertos hermanos que se podían pelear a diario no llegaban a decidir el tamaño y como iría decorado.

Para su suerte la pequeña sugirió que fuera el típico pues ya tenían las cosas listas, eso y que el joven de cabello cenizo los detuviera.

—No puedo creer que tengamos que usar una zanahoria en el muñeco— comentó Leonhard con una pequeña canasta, la cual tenía las cosas necesarias para el muñeco de nieve. — ¿Acaso no hay algo con que sustituirla?

—Puede que sí, pero no sabría decirle cual— respondió el pelirrojo. No había notado cuando este se había acercado.

—Al menos puedo agradecer que no lleve pimientos— murmuró en un suspiro casi silencioso.

—No me puedo imaginar donde podrían ir— la verdad el tutor si se había imaginado algo, unos pequeños pimientos clavados en los que se podrían llamar brazos del muñeco pero seguramente el príncipe que tenía a su lado no se acercaría a este ni por error.

—Heine... — en cuanto escucho como lo llamó volteo a verlo, y no precisamente por eso sino por el hecho del tono que había empleado el rubio al hacerlo. — ¡Al suelo!

No sabría cómo explicarlo pero cuando el pequeño tutor se dio cuenta estaba sentado sobre la fría nieve y con unos pequeños copos de nieve cayendo sobre él... copos que habían sido de una pequeña bola de nieve.

Leonhard, quien se encontraba al lado, y con todo pronóstico en contra comenzó a reir. En sus mejillas se pudo ver como comenzaba a pintare el color rojo tan característico de alguien que comienza a sonrojarse.

— ¿Por qué...— Heine estaba a punto de preguntar la razón por la que se reía, ya que Licht también se le había unido a pesar de que Bruno tratara de reprenderlo por aquel "ataque" tan sorpresa. Lo cual solo provoco que el más joven de los príncipes se aliara con la pequeña para bombardear a este con bolas de nieve.

—Ya no importa— señaló el joven mientras se levantaba, claro que aún seguía riéndose. —Vamos— extendió una de sus manos hacia el pelirrojo para ayudarlo, la cual con algo de vergüenza acepto.

Muy pocas veces podían decir que se miraban tan directo, pero en ese momento y con sus ojos fijos en el contrario podrían reconocer que, sin la presencia de los demás con mucho gusto dejarían a un lado toda la distancia que los mantenía alejados de los labios contrarios.

Küssen  |  Oushitsu Kyoushi Haine |  [Heine x Leonhard]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن