❝Flower's boy❞ ¦ jihan

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Desde ese día Jisoo comenzó a frecuentar la florería de Jeonghan, su relación de desconocidos cambió a una de amistad y eso lo hacía sentir feliz. Ambos habían determinado una rutina casi inconscientemente; Jeonghan abría la florería a las siete con treinta y cinco minutos y diez minutos después Jisoo estaba bajando las escaleras de su edificio con dos cafés y su bolso con su laptop que utilizaba para trabajar.

Jeonghan había hecho en espacio en la pequeña oficina de la florería que solía estar inutilizada pero que Jisoo ahora la utilizaba para poder escribir tranquilo, ya que había averiguado que era escritor, mientras él atendía en la florería.

Los antes sentimientos de Jisoo que no eran mas que platónicos ahora habían florecido para darse cuenta que el chico de cabello castaño en serio le gustaba y que no sabía que hacer con sus sentimientos.

Jisoo se estaba tomando un pequeño descanso y estaba recostado sobre el mostrador de la tienda mientras Jeonghan estaba barriendo la tierra que habia caído de algunas macetas, tenía el cabello que caía sobre su frente atorado con una pinza sobre su cabeza dándole un muy adorable aspecto según Jisoo que lo miraba embobado y lo seguía de un lado al otro con la mirada.

-¿Y como vas con lo que estás escribiendo? -La voz interrumpio los pensamientos del pelinegro que se sobresaltó y se obligo a enderezarse sobre el mostrador.

-Bien, ya estoy por terminar la verdad, solo me faltan los capítulos finales. -Respondió Jisoo, el era un escritor bastante nuevo por lo que aún no era demasiado reconocido, pero su mayor sueño era poder ser escritor de best sellers por lo que cada día se esforzaba para que sus historias fueran excelentes.

-Oh ya veo, ¿y no te ponen un plazo? -Jeonghan dejó de barrer y se apoyó con todo su peso sobre la escoba mientras miraba a Jisoo con una sonrisa, quien se puso algo nervioso al recibir tal impacto.

-No en realidad ya que yo escribo cuando quiero y lo llevo a la editorial donde lo revisan y me dan el ok o me dicen si debo corregir algo.

-Hmm, que interesante. Quien diría que mi vecino seria un escritor, cuando seas famoso espero que me dedicas algo alguna vez. - Jeonghan soltó una pequeña risa y golpeó suavemente el hombro de Jisoo quién se derritió con la acción.

La tarde paso entre risas y chistes entre ambos chicos, Jisoo no podía evitar sonrojarse cuando Jeonghan se acercaba de más o decía cosas lindas, el olor a flores al que Jisoo ya se había acostumbrado se mezclaba con el olor del café que estaban tomando haciendo de todo un escenario de cuentos.

El tiempo paso volando y el reloj ya marcaba las seis, o sea la hora de cierre por lo que Jisoo estaba juntando sus cosas y poniéndolas en su bolso cuando Jeonghan le llamó la atención.

-Jisoo, mañana no estaremos solos, vendrá mi empleado que se integrará al trabajo.

-Oh, ya veo. -Jisoo no pudo evitar sentirse algo mal y que no estaría solo con el castaño pero aún así lo miro con una sonrisa. -Esta bien, oye... ¿Porqué no ha estado estos días? -Preguntó algo curioso.

-Porqué tenía una pequeña licencia para poder cuidar de su madre enferma, aunque ya esta mejor. -Jeonghan respondió con una linda sonrisa.

-Oh, que bien.

* * *

Al otro dia Jisoo se despertó temprano como siempre y bajo esta vez con tres cafés, porque aunque no estuviera feliz con el nuevo chico agregado no quería ser descortés.

Pero al abrir la puerta de la tienda se encontró con Jeonghan bebiendo de un vaso de café, acompañado de un chico de cabello platinado, quien al escuchar el ruido de la campanilla se dio vuelta y lo miro con una sonrisa.

-Buen día, perdón por eso pero yo ya traje el café. -El chico de ojos grandes lo miro con una sonrisa ladina.

A Jisoo le dio un mal presentimiento esa sonrisa.

-Jisoo~ -Jeonghan rompió la tensión entre ambos. -El es el chico del que te hable ayer, su nombre es Seungcheol.

Ambos chicos estrecharon sus manos mas fuerte de lo necesario bajo la inocente mirada de Jeonghan.