Bucky Barnes.

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Título: Primera misión.
Advertencia: Ninguna.

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1991

Los gritos del Soldado del Invierno llenaban tu cavidad auditiva. Lo preparaban para otra misión y tú tendrías que acompañarlo.

Con tus poderes creaste una ilusión a tu alrededor para amortiguar sus desesperados gritos. A pesar de sólo tener doce años, tenías tus poderes más desarrollados que el resto de los mejorados en esa base. El inesperado abrir de la puerta desvaneció el imaginario escenario.

El Soldado del Invierno estaba en la entrada de lo que podría llamarse tu "habitación temporal", con una expresión seria y armado hasta los dientes.

-¿Qué hay Soldat¹? -le saludaste con una sonrisa. El sólo gruñó -. No estas de humor, genial, vamos.

Saliste de la lúgubre habitación con el Soldado siguiéndote.

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Sujetabas al Soldado a la altura del pecho, él tenía unos binoculares y vigilaba la desolada carretera. Alzaste tu cabeza para intentar ver más allá de los árboles y arbustos que los escondían.

Sentías sus latidos en la yema de los dedos, y sí somos sinceros él te ponía los pelos de punta y no sólo por ser el Soldado del Invierno.

-Sujetate -te dijo para luego arrancar la motocicleta.

De lo demás te encargarías tú, creaste una ilusión alrededor del auto, este rápidamente se desvío y se estrelló contra uno de los muchos árboles que perfilaban la carretera. Bruscamente, pero con estilo, el Soldado viró la motocicleta en dirección al estrellado auto y se detuvo un poco antes, aún en la carretera.

-Aquí te espero -informaste.

No dijo nada. Se acercó a la puerta del piloto y la arrancó con su brazo de metal, asustandote, sacó del auto a un hombre mayor que reconociste como el genio multimillonario Howard Stark.

Desde fuera se podía escuchar lo lastimeros llamados de su esposa, Maria.

Colocó a Stark a un lado del auto y comenzó a golpearlo sin piedad en el rostro. Tapaste tu boca con tu mano y miraste horrorizada la acción del Soldado.

Sin poder evitarlo, creaste una ilusión con los recuerdos de ambos Starks, te inundaron imágenes de ambos con un pequeño niño, el niño jugaba y trenzaba el pelo de una joven Maria. En otro, Howard Stark lo alejaba de unos papeles y le decía:«Aléjate de ahí, Tony».

De un momento a otro, dejaste de sentir el flujo de los recuerdos de Howard, sabiendo que ya no había nada que hacer, te concentraste en Maria.

Pasaron unos momentos, y lo último que viste fue el rostro de un muchacho que le decía:«Nos vemos luego, Ma»... Las fuerzas de Maria también se desvanecieron.

Caíste al asfalto en un sonido sordo, jadeando y con lágrimas en los ojos. Ese muchacho, Tony, se quedo sin sus padres por culpa tuya; y esa sería una cruz que cargarías toda tu vida.

-Levántate -la voz del Soldado llegó a tus oídos. Sentiste el frío de su brazo de metal cortandote la piel.

-Los mat-ma...

-Los mate -te interrumpió, te montó en la motocicleta y te estampó la maleta en el pecho -Sujetala -te ordenó.

«Al parecer es lo único que sabe hacer»

El se montó y arrancó, dejando atrás el auto y los inertes cuerpos de los Stark.

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QLQ menol... Okno.

Hola, hola. Este es el primer One-Shot que escribo y sería un pecado no hacerlo del hermoso y sensual Soldado del Invierno aka Bucky Barnes aka Sebastian Stan.

°_° Ese hombre es tan ahdfjfkxnfnffbxjffnd *Convulsiona con un sangrado nasal*

Bue... Es cortito pero es sólo una probadita de lo que puedo hacer.

Bye:

La bruja amante de vampiros.

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