Marvel One-Shots

Peter Quill.

Título: Star-Lord.
Advertencia: Ninguna.

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Escupiste el jugo de naranja para luego estallar en una extraña mezcla de carcajadas y toses.

El castaño frente a ti, te veía serio.

-¡Es el nombre más estúpido que he oído! -exclamaste luego de calmar tu risa.

-¡Mi nombre no es estúpido! -gritó el muchacho.

-¿Vas a decir que "Star-lord" no es estúpido? -el mapache (cuyo nombre ya se te había olvidado) se monto en tu escritorio -¡Si es lo más estúpido que he oído!

Volviste a estallar en carcajadas.

-¡Basta! -gritó Quill.

-De acuerdo... Basta... Ya -dijiste, retomando la compostura pero sin quitar la sonrisa de tu rostro -. Bajate de ahí, mapache.

-¿Qué demonios es un mapache? -dijo éste mientras bajaba del escritorio.

-Tú eres un mapache -dijo Qill exasperado.

-Un fantástico mapache espacial -rectificaste, el mapache sonrió.

-Yo soy Groot.

-Espera tu turno, Groot -le dijiste. Te giraste a la chica de piel azul y partes robóticas -. ¿Tu eres?

-Nebula -respondió, para luego morder una manzana.

-Nebula -copiaste su nombre en la base de datos -. ¿Y tu, chica de piel verde?

El mapache rió junto con Quill y Groot.

-Gamora, me llamó Gamora -dijo con voz dura.

-Gamora... -copiaste su nombre igual -. ¿La chica de las antenitas de vinil?

-Oh, ¿yo? -preguntó ella.

-Si, tú.

-Mantis -respondió y volvió su atención a la revista que tenía en manos "Playboy".

-Tengo que decirle a Tony que quite esas revistas -dijiste mientras colocabas su nombre en el registro.

-Yo soy Groot.

-Bien, bien -copiaste a Groot en la base de datos -. ¿Y tú?

-Yo soy Drax El Destructor...

-¿Y Drax es con "x" o con "c" y "s"?

-Con x.

Colocaste su nombre también y les sonreíste a los Guardianes de la Galaxia.

-¡Felicidades! -les dijiste aplaudiendo -Ahora son parte de un grupo de suicidas que creen que pueden salvar al mundo de un loco morado. ¡Dios, extraño a los X-men!

-¿Los X-men?

-Yo soy Groot.

-Nada, nadie. Los X-men ya no existen, no con Deadpool en el equipo.

-¿Deadpool?

-Un loco con katanas -suspiraste -. Vamos, les presentare al equipo.

Te levantaste del escritorio y caminaste con ellos a través de un pasillo del castillo de Wakanda. Groot y Rocket (por fin recordaste su nombre) se reían de algo que había dicho Mantis, y los demás veían los extraños objetos del pasillo con interés.

Un rubio salió de una habitación con un castaño. Ambos con barba.

–¡Chicos! ¿Cómo están?

–Bien. En lo que cabe.

–Todos estamos así –te volviste a los Guardianes de la Galaxia –. Ellos son el Capitán Steve Rogers y Bucky Barnes.

–Es un placer –dijo Steve –. ¿Ustedes son los que vinieron con Thor, no?

–Si esos mismos.

–¿De ser raro vivir en el espacio? Ya saben... Es distinto –dijo Bucky, examinando su nuevo brazo de metal con poco interés.

–Yo soy Groot.

–Ya lo sabemos –le dije –. Les presentaré al resto del equipo.

Ya les habías presentado a todo el equipo. Ahora todos estaban dispersos hablando sobre trivialidades. Tú te encontrabas en una mesa bebiendo una cerveza. La silla frente a ti fue ocupada por alguien; Peter Quill.

–Entonces... ¿De verdad mi nombre es tan estúpido? –preguntó con una graciosa mueca, tú reíste.

–Si lo es. Deberías buscar otro nombre de super héroe.

–No puedes culparme, comencé a usarlo desde los catorce años.

–Tu yo de catorce años debió ser un poco raro.

–Lo sigo siendo.

Le diste un sorbo a tu cerveza y miraste a Peter detalladamente.

–¿Qué crees que nos pase si salimos de esto con vida? –le preguntaste.

–Tratar de seguir con nuestras vidas, supongo –respondió, terminando de beber su cerveza de un solo trago.

–¿Y si no podemos?

–Trataremos de hacerlo.

–Si salgo con vida tendré una cita con el chico más ardiente que se me cruce por el camino.

–¿En serio?

–En serio, será mi descanso luego de una pelea en la que probablemente más de la mitad de nosotros no saldrá con vida. Me lo merezco.

–¿Y si eres de los que mueren?

–Mi fantasma atormentara a quien me mató eternamente.

–Tendrás un horario ajetreado.

–Deberé de hacer algo. ¿Tú qué piensas hacer?

–Si vivo; tendré una cita con la primera chica que se me cruce, al diablo si es gorda, flaca, feo o la más hermosa. Y si muero... Probablemente, no haga nada.

–Hagamos una promesa.

–¿Qué clase de promesa?

–Si vivimos, ambos tendremos una cita juntos.

–¿Y si morimos?

–Me ayudarás a atormentar a mi asesino.

–Trato hecho.

Ambos se dieron un apretón de manos, dando el trato por hecho.
–Espero que te guste la comida china –te dijo.

–Y a ti, que te guste poseer cuerpos ajenos.