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Nos sentamos en la mesa y yo sólo esperé a que comenzarán a hablar. Sus caras mostraban tristeza y algo de preocupación.

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Regresé a mi cuarto a paso lento, aún procesando la información. Me quite los zapatos y me acosté en mi cama boca arriba.

Bethania era dos años mayor, si, 17 años. Y la habían enviado con mi abuela por un supuesto engaño que le hizo mi madre a mi padre. Una total estupidez.

Ella se crió en Inglaterra junto con mi abuela materna. Claramente la existencia de ella hacia el mundo era desconocida, quien sabía el lio que iba a ser.

Nadie reveló el secreto, nadie me dijo que tenia una hermana...

Mi puesto en el trono es asegurado, por ello, planean casar a Bethania con el chico ese de ayer para que ella sea reina al igual que yo. Aunque eso me dio un poco de repulsión a toda mi familia sabia que debían hacerlo.

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Desperté con un picoteo en mi mejilla. Abrí lentamente mis ojos para ver el techo anaranjado producto del atardecer, mire a mi lado y Bethania estaba ahí mirándome cual niño a su globo con helio.

—Buenas tardes dormilona.— Saludó con una cálida sonrisa. Yo solo le miré con el ceño un poco fruncido producto de la iluminación que había en mi cuarto.

—¿Que hora es?— Pregunté con la voz cansada. Mi hermana se giró para ver mi reloj para luego decirme que eran las 6:45 pm.

Suspiré cansada y me senté en mi cama, pero al hacerlo Bethania se sentó a mi lado.

—Lamento llegar así de imprevisto..— Habló tranquila mientras me miraba.—Se que es una gran sorpresa enterarse de que tienes una hermana y no la has visto en unos 15 años... Que por cierto feliz cumpleaños atrasado.— En lo último reí un poco lo que causó la risa de ella.

Por Dios hasta su risa era perfecta.

—Eres como una Barbie en persona— Hablé entre risas.

—Fui creada para ser una máquina de seducción— Bromeó mientras me guiñaba el ojo. Reímos hasta más no poder por los chistes malos de ella.

La verdad, era una tarde agradable y cálida. Sentía que de verdad podía pasarla bien con ella desde ahora en adelante.

—No te volverás a ir cierto?— Pregunté mientras me acostaba en mi cama. Ella repitió mi acción y suspiró bajo.

— No me iré otra vez, supe por lo que estas pasando y prometo no dejar a mi hermanita sola otra vez— Habló con seguridad y yo le miré mientras que mi vista se volvía borrosa.—No llores idiota que si lloras lloraré yo.— Me abrazó mientras me trataba como un bebé.

Esto es lo que se siente ser querida por una amiga?

Esto es lo que se siente socializar?

Por fin tengo a alguien a quien le puedo contar mis problemas... Mis temores e incluso de cosas estúpidas..

Tengo una amiga..

Tengo una hermana..

®La Princesa Que No Era Princesa [r.d.g.]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz