25

2.8K 215 52
                                    

Nadie se hubiera percatado de  mi falsa sonrisa que mantenía casi todo el día. Las personas reía y festejaban con los recién casados mientras que yo, me mantenía en un rincón sosteniendo un vaso con algún líquido. Lo tiré en una planta que tenía a mi lado para luego dejar el vaso donde sea e ir a alguna parte, dejando a toda la multitud para pensar bien y procesar todo el lío de emociones que tuve hoy.

Se veía realmente atractivo con ese traje...

La fría noche se hacía presente, los invitados seguían festejando y haciendo cosas que hacen las personas con clase. A lo lejos, desde mi cómoda banca de cemento, pude ver a aquella cabellera castaña que sostenía una copa en su mano mientras la alzaba.

Alguien se habrá dado cuenta de que falto?

Observe cada movimiento que hacía hasta que por una milésima de segundo chocamos nuestras miradas. Me sonroje fácilmente y desvíe mi mirada, cerré los ojos para controlar mi sonrojo. Donde perdí la noción del tiempo.

-Linda noche, ¿No?

El sutil bello de mis brazos se erizo al escuchar esa grave voz. Aclaré mi garganta para sólo asistir con un sutil Ujhm.

-Me dio curiosidad el porque no te encontraba dentro de mi castillo.- Hablo mientras que yo sólo le daba la espalda por mis nervios.

-Simplemente porque quería evitar arruinar tu gran noche.- Solté sin más.

-Si la arruinaras no te habría buscando por todo el castillo, ni estaría aquí.

Una brisa helada se formo en aquel silencio, provocando que mi cabello se despeinara. Lo acomode como pude y paré cuando una cálida mano se posó en la mía deteniendo mi acción.

-Leonor deja de evitarme.

Me quedé en silencio un buen rato hasta que deje de sentir su mano sobre la mia.

-Leonor yo...

-No digas nada.- Le interrumpo de una manera algo brusca.-No tienes porque darme explicaciones

-¿Tu me amas como yo te amo a ti?- Me quedé en silencio algo perpleja.- Sientes aquella presión en tu pecho que no te deja respirar sólo por el hecho de estar con alguien a quien no amas? ¿Sientes aquel cosquilleo en tu abdomen cuando chocamos nuestras miradas?

Si Rubén... Pero no puedo decirlo...

-No. No siento tal cosa por ti.

-Oh... Ya veo...


Ese fue el día en el que aquella cálida mano no volvió a tocar la mía..




























No me apresuren en escribir... en esta semana tuve 10 pruebas, 5 trabajos y dos exposiciones y en serio lo menos que quiero es tener que escribir sólo por complacer y no porque yo quiero.

Si siguen obligándome a escribir o tendrán capítulos malos o simplemente el cierre de esta historia.

®La Princesa Que No Era Princesa [r.d.g.]Where stories live. Discover now