- 47 - Clexa

Descubierta

Oscuridad. Es todo lo que puedo ver, pero también veo sombras de color café y rojas. Me pregunto que está pasando. Hay voces hablando alrededor de mi pero suenan distantes y ahogadas. Trato de mover algún musculo en mi cara, pero me siento muy cansada como para hacer eso, de hecho estoy muy cómoda aunque no se lo que está pasando. Tal vez debería volver a dormirme simplemente.

Las voces se escuchan más fuerte y claras ahora. Deseo un poco que se queden calladas por un momento ya que sobre todo una de ellas me aturde. Una es masculina y la otra femenina. Y ambas me suenan.

-No entiendo que pasa, ¿te ha dicho ella algo? Parece estar delirando o algo así conmigo joder-dice una voz profunda. Siento la presencia de la confusión en mi cara, ¿acaso es Bellamy?

-Sabes que no puedo hablar de eso- dice una suave voz

¿Lexa? ¿Porqué está Lexa aquí? ¿Por qué estoy así? ¿Dónde estoy?

-Por favor Lexa- oigo la voz de Bellamy casi suplicando. –Llegó a casa borracha y dijo que no deberíamos casarnos, luego entró en pánico y se desmayo- dice

-Ella no estaba borracha- le contradice Lexa

¿Qué?- pregunta el confundido -¿Cómo sabes eso?- recrimina

Oh vaya mierda.

Todo lo que paso me inunda de repente mientras todos mis sentidos empiezan a despertar. Apenas recuerdo estar con Lexa en el bar, ella estaba borracha, yo la lleve a su casa, y recuerdo que yo quería precipitadamente decirle todo a Bellamy cuando llegara a casa. Las cosas no funcionaron exactamente como lo había planeado. Recuerdo la horrible sensación de pánico justo antes de desmayarme; era como si me estuviera ahogando. No quiere volver a sentirme de esa manera nunca jamás.

-Joder...- gruñe Bellamy haciendo notar su molestia –Lo siento, el del trabajo, me llaman, creo que tengo que volver, a ellos no les importará si Clarke está en el hospital a menos que sea de vida o muerte... -termina Bellamy sonando molesto, escucho movimientos y el sonido de una cortina cerrarse mientras sus pisadas van desapareciendo.

Inhalo un poco y todo huele a hospital. Dios que asco. No puedo lidiar con todo esto; debería solo fingir que sigo dormida hasta que realmente pueda dormir.

-Sé que estás despierta- dice la voz de Lexa deliberadamente

Mi estómago está de vuelta en acción. Ella realmente está aquí.

Lentamente abro los ojos, la iluminación de los focos que están sobre mi me ciegan un poco al chocar con mi visión.

Parpadeo un par de veces y asimilo mi alrededor, estoy acostada en una cama de hospital, hay una cortina azul cerrada alrededor de mi cama así que el resto de la habitación no se ven. Puedes oír personas hablando, visitantes tal vez y otros caminando, pero estoy sola con Lexa bajo la privacidad que la dicha cortina ofrece.

Pestañeo otra vez y mi visión deja de estar tan borrosa. Vuelvo mi cabeza hacia un lado y Lexa está allí con una pequeña y enfática sonrisa en sus labios. Lleva unos vaqueros azules y una camiseta blanca, su pelo esta ligeramente ondulado cayendo con gracia bajo sus hombros, sus ojos brillan inclusive con las claras señales del cansancio... y dios, pierdo el aliento un poco, se ve como si fuera algo angelical.

-Hola - le digo débilmente

-Hola- dice sonriendo tranquila

-¿Cómo lo has sabido?- le pregunto, sientes una cansada sonrisa torcerse en los bordes de mis labios

-Te he observado dormir por horas y tu respiración cambió hace aproximadamente tres minutos - dice con una sonrisa

-Espera ¿horas?- frunzo el ceño, me sientas confundida -¿Por cuánto tiempo... quiero decir...que hora es? -le pregunta sintiéndote torpe