- 47 - Clexa

Promesa de meñique (1)

He logrado llegar hasta aquí. Lo he conseguido. No me acuerdo exactamente cómo he llegado, los detalles son borrosos, pero estoy decidida a terminar con esto de una vez. Estoy de pie en la puerta, mirándola, tengo el peor dolor de cabeza de mi vida, las sienes me duelen, y se extiende al resto de mi cabeza, como un recordatorio constante de mi estupidez. La estupidez de tomar más pastillas de las que debería, pero he llegado hasta aquí por lo menos. No me siento diferente en realidad, sólo tengo dolor de cabeza. Todo lo demás parece lo mismo, me siento como si estuviera andando como un zombi, sin ningún tipo de pensamiento o emoción, excepto cuando estoy con ella, siempre estaré viva cuando estoy con Lexa.

No soy estúpida, pero no se los riesgos o incluso el tiempo que necesite las píldoras para generarme consecuencias, pienso que puede ser entre un par de semanas, pero de alguna manera me siento mejor tomando más en los días que las cosas pueden llegar a ser más inestables. Hoy, por ejemplo, es el cuarto día, así que tome cuatro pastillas esta mañana, ayer también tomaste cuatro, porque era un lunes. El resto de los días tomas la dosis de siempre lo que debo tomar, pero a veces me tomo dos, tal vez tres, pero no más de cuatro. Los dolores de cabeza son de los peores en los días donde tomo cuatro pastillas.

Estoy de pie fuera del apartamento, bueno, supongo que ahora es solo el apartamento de Bellamy, el sitio que alguna vez llama mi casa, es una mierda, hace unas semanas seguía llamando a este sitio mi casa y ahora voy a llamar a la puerta como si fuera una maldita extraña. Ya estoy viviendo en otro lugar, con otra persona, todo se está moviendo demasiado rápido. Me siento como si fuera en la dirección correcta, pero es demasiado rápido, desearía que mi vida tuviera un botón de pausa. Me rio amargamente ante la idea, tal vez un botón para volver atrás sería más apropiado. A veces me siento como si tal vez el botón de pausa sería la mejor opción para presionar.

Golpeo con los nudillos suavemente la puerta, esperando que nadie responda. Se oyen pasos y mi estómago se comprime. La puerta principal de mi antigua casa se abre y mi ex prometido está ahora de pie en frente de mi.

Mi mandíbula se cae un poco, porque, básicamente, veo a un vagabundo. Bellamy está de pie sin vida delante de mi, con los ojos hinchados y cansados, ahora lleva el pelo despeinado y sin lavar, y una barba descuidada.

-Clarke... - abre la boca, y sus ojos cobran vida. Parece sorprendido de verme.

-Hola- intento sonreír débilmente -¿Puedo entrar?

-Uh... -tartamudea, es evidente que aún no comprende del todo porque estoy aquí, delante de él -Si v-vamos pasa- responde, apartándose del camino y haciendo señas a través del umbral para que entre

Camino por él, sintiéndome torpe, entro en la sala de estar y me quedo de pie, no me siento digna de sentarme en este lugar, en su lugar.

-Uh, ¿nuevo look?- le pregunto soltando una risa nerviosa cuando él se acerca. Su pelo es tan largo que ahora se lo mete detrás de las orejas un poco, nunca lo he visto tan diferente.

Él se encoge de hombros y frunce el ceño, no con enojo, sino más triste, abatido.-¿Qué haces aquí?- pregunta

-Yo... no lo sé, para ser sincera- admito en voz baja.

-Tu ropa es rara - murmura extrañado 

-Oh...- siento mis mejillas calientes porque estoy llevando el jersey del lagarto que Lexa hizo para mi, pero él no tiene por qué saberlo. Decido dejarme de rodeos y rápidamente digo a lo que vine -Mira, yo deje un par de cosas aquí, y creo que también me fui muy rápido... debes tener algunas preguntas supongo...-

Se ríe de mi, no con una risa amable, pero una risa cortante y amarga. Una risa profunda como si se estuviera burlando - Mi supuesta futura esposa se esta acostando con otra mujer, ¿qué más preguntas tendría?-