Capítulo 40

2.1K 138 21
                                    

El tiempo pasaba para todos, menos para Yerai y Jackson, que estaban ocupados en una caseta en alguna parte de su instituto.

Yerai sentado en una mesa, y Jackson entre sus piernas, besándole con un tipo de deseo que no recordaba haber tenido con alguien. De alguna forma estaba confuso, y cómo no estarlo. ¿Por qué se conformaba con besarle sin llegar a nada más? Más que nada, ¿por qué con un muchacho y no alguna tía?

Y muchas más preguntas como esa se había hecho Jackson al empezar con el beso. Pero ahora poco le importaba, ya se arrepentiría luego, como le pasó el día pasado.

Ahora solo disfrutaba del apasionado beso que le estaba dando a Yerai, y que este le devolvía.

Jackson se separó por un momento para observar a Yerai, quedando fascinado con lo que veía.

Yerai le miraba con los ojos brillosos y la respiración agitada. Tenía los labios hinchados, rojos y con rastro de saliva. Su rostro estaba bastante sonrojado, dándole un aspecto entre tierno y apetecible. De alguna manera, su corbata quedó desajustada y los botones de arriba de su camisa quitados.

A Jackson, por alguna razón, le pareció erótica esa imagen. Se mordió el labio con deseo. Estaba claro que sí por Jackson fuera, se lo tiraba ahí mismo, pero también pensaba en Yerai, por extraño que pareciese, no quería asustarlo o hacer algo que él no quisiera.

Empezó a lamer el cuello de Yerai, quería saber la reacción que tenía este ante eso, y para que engañarnos, también lo quería probar.

Yerai jadeó ante el acto. Le gustaba eso, pero el poco orgullo que tenía le ganaba, por lo que intentó separar la cabeza de Jackson. El rubio se molestó un poco por eso, estaba agusto lamiendo su cuello, no quería separarse.

Jackson le agarró las manos, separándolas de su cabeza y colocándolas en el aire. Mordió su cuello para luego pasar la lengua por el mismo sitio. Yerai se alarmó por eso, si seguía así iba a dejar marcas.

–J-Jackson no hagas e-eso– Pidió Yerai con un tono de voz vergonzoso.

Jackson fue dando pequeños besos hasta llegar a su oído.

–Es que me dan ganas de comerte– Dijo con voz ronca.

El peli-negro gimió en respuesta. No pudo evitar excitarse un poco más.

–Ya para. M-me tengo que i-ir– Dijo Yerai intentando soltarse, pero Jackson no le dejaba bajarse de donde estaba.

–No tienes nada que hacer ahora. No me mientas– Jackson se estaba molestando de verdad. Entendía que Yerai no estuviese acostumbrado a este tipos de cosas, pero ahora mismo no estaba haciendo nada malo, es más, a Yerai parecía gustarle, ya que no paraba de dar suspiros, y Jackson sabía que tipos de suspiros eran esos. Estaba demasiado acostumbrado a oírlos, claro está que solo de mujeres.

Se quedó mirando a Yerai directamente a sus ojos, que lo miraban entre angustiados y deseosos. Esos ojos que secretamente tanto le intimidaba. Frunció el entrecejo, y Yerai supo que estaba enfadado. Pero no podía entender porqué.

Yerai bajó la vista. No podía soportar la pesada mirada de Jackson, tan oscura que hasta daba miedo. Le hacía dar un aspecto exótico. Le pegaba con su personalidad, salvajes y demandantes.

Jackson volvió a acercarse a los labios de Yerai sin tocarlos. Quería saber que haría el de ojos bicolor.

Yerai miraba los finos labios de Jackson, estaba esperando a que le besara, cosa que no hacía. Se estaba desesperando, ¿pero por qué? Yerai le había devuelto el beso para que Jackson no le pegara, ¿No? Torció sus labios hacía abajo mientras levantaba sus cejas, haciendo una mueca. Miró como Jackson sonreía de lado, por lo que levantó su vista hasta chocar con la penetrante mirada de Jackson.

Algo anda mal [ HISTORIA YAOI ]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt