Capítulo 44

1.7K 124 15
                                    

Narra Yerai

Miriam y yo quedamos en vernos en el parque que había al lado del instituto. Llevaba ya cinco minutos esperando, pero Miriam todavía no llegaba. ¿Qué hacía para tardar tanto? Hablamos esta mañana, no es como si le acabase de citar. Después de otros cinco minutos, pude ver la silueta de Miriam caminar hasta aquí. Era la primera vez que la veía sin el uniforme escolar. Traía puesto una blusa de tirantes celeste con una falda de vuelo blanca. En su hombro derecho colgaba un pequeño bolso de correa de color crema, al igual que sus sandalias de plataforma. Iba demasiado... pija. Parecía la típica niña de papá, que todo lo consigue a base de berrinches. Pero su personalidad era de una chica totalmente humilde, todo lo contrario a su apariencia. Yo en cambio, iba bastante normal. Unos vaqueros y una camiseta oscura, nada fuera de lo común.

–Hola, gracias por esperar– Dijo una vez estuvo enfrente a mí.

–No hay problema. ¿Vas a algún lugar después?– Pregunté, no creo que se haya vestido tan refinada solo para verme.

–No, ¿por qué lo dices?–

–No, por nada...–

A veces se me olvidaba que iba a un instituto de pijos.

–¿Te apetece ir a tomar algo?– sonrió ofreciéndome su mano para ayudar a que me levantara del banco. Sin duda la acepté.

Nos encaminamos a buscar una heladería, pues me apetecía un helado.

Encontramos una heladería bastante lejos de la zona donde habíamos quedado, seguro que nos saltamos algunas heladerías en el camino, pero no le di mucha importancia. Me pedí un helado de sabor a vainilla y Miriam uno de sabor a chocolate. Salimos de la heladería y empezamos a caminar, observando la zona donde nos encontrábamos. Se notaba que las calles estaban más agrietadas que la zona donde yo vivía y las aceras llenas de basura. Aunque el lugar no dejaba de ser bonito. Mientras estábamos caminando hablábamos de lo que sea.

¿Por qué un uke como ese está con una pija? ¿Dónde está su seme?

Giré mi cara hacía el sonido de esa voz, pues seguro que se estaba refiriendo a nosotros, puesto que no había más gente por esta calle.

Habían dos muchachas, una con el pelo teñido de verde y otra más alta, con el pelo castaño casi rubio, parecía ser su color natural.

La de cabello natural le susurró algo a al parecer su amiga, y la peli-verde nos saludó eufórica. Giré mi rostro hacia todos lados para ver si estaba saludando a otra persona, pero solo me encontré con la mirada confusa de Miriam, por lo que supuse que nos estaba saludando a nosotros. Levanté mi mano y la moví indeciso, saludándola igual. Empezó a dar saltitos mientras se acercaba a nosotros. Parecía Heidi corriendo por el campo, pero con el pelo verde, con ropas anchas, y algunos pircings en la cara.

Miriam y yo nos quedamos inmóviles esperando a que la peli-verde hablase, ya que se había quedado demasiado cerca de mi rostro. Su amiga se acercó a nosotros, separando a la de los pircings un poco de mí.

–Este lugar está lleno de canis, ¿qué hace una princesita como tú por aquí?– Habló señalando a Miriam.

Miriam se sobresaltó un poco al notar que la hablaba a ella.

–C-conozco a gente a-así– Se defendió, como si el que conociera a un cani hiciese algo.

–¿Y tú?– Me preguntó esta vez a mi.

–Solo estamos dando un paseo–

–¿Vais al instituto de pijos por casualidad?– Preguntó ahora la del pelo normal.

Algo anda mal [ HISTORIA YAOI ]Where stories live. Discover now