Esperanza

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Mi nombre es Alex Hory y soy aspirante a convertirme en Doctor.

Cuando era pequeño, conocí y comencé a admirar al legendario Doctor Enhard, ya que el salvó mi vida de una enfermedad mortal cuando apenas tenía siete años.

El territorio de la Familia Hory, es extenso y con muchas cosas que sirven para la medicina, somos el principal proveedor de hierbas medicinales del Reino Kanatlar, luego nos sigue el territorio de la Familia Étoile, que ellos proveen tanto hierbas medicinales como hierbas que sirven para hacer Alquimia....Por eso, cuando me enferme, era realmente una casualidad de que el Doctor Enhard, estuviera en el territorio buscando algunas hierbas para hacer una medicina para una chica que estaba enferma.

El Doctor Enhard, pudo atenderme de buena gana, fue amable y me dió esperanza de que iba a sobrevivir, cuando tenía fiebre él me contaba cosas de sus pacientes, en particular de la chica a la cual le estaba haciendo la medicina para ayudarla a aliviar un poco todo el dolor que sentía por su enfermedad.

La chica, por lo que me contaba, era meses menor que yo, que hasta ahora, él nunca había conocido a una persona que amara tanto la vida como esa chica, que aceptaba lo bueno y lo malo con los brazos abiertos, además de que fue ella, la que le enseño, como el amor y la fuerza de voluntad eran esenciales para poder sobrevivir a las enfermedades mortales o por lo menos poder atrasar por un tiempo a la muerte.

Con cada relato que el me decía, comencé a tomarle cariño a, las que yo creía, que eran estúpidas hierbas....Esas hierbas podían salvar vidas, si uno tenía los conocimientos para aplicarlas, por eso, al recuperarme de mi enfermedad, decidí que iba a convertirme en Doctor, quería ser igual al Doctor Enhard, una persona que pudiera brindar esperanza a los demás.

Sabía que mi camino por la medicina sería difícil, por lo cual comencé a estudiar desde pequeño, aprendí el uso de todas las hierbas medicinales que provee el territorio donde vivo, además de aprender a reconocer síntomas de las enfermedades para poder darles tratamiento apenas empezarán.

Seguí en mis estudios hasta que entre a la Escuela de Magia, donde mi conocimiento, hizo que pudiera volverme el asistente del Doctor de la Escuela....No podía hacer más, ya que sufría de terribles ataques de pánico cuando me tocaba a mí hacer el diagnóstico, porque sabía que si me equivocaba, una vida estaría en peligro.

Estuve en la Enfermería todos los días, ayudando a cuidar a los alumnos que se lastimaban o se enfermaban de repente, pero mi rutina cambio un día de Otoño, cuando conocí a una chica totalmente singular.

La hija del Duque Étoile, Rinne Étoile, es una chica que es conocida por ,no tan solo ser la hija de la “Rosa de la Sociedad", pero por ser una total y real extravagante....Esa chica tiene muchos rumores a sus espaldas, desde que es la única persona que es capaz de ofender a Su Alteza Cecil en su cara, hasta el hecho de ser muy enfermiza.

La Señorita Rinne, o cómo ella prefiere ser llamada Rin, tenía muchos conocimientos médicos los cuales yo carecía, por lo cual le pedí que me enseñará, cosa que ella aceptó de buena gana.

Desde que la conocí, comencé a pasar tiempo con Su Alteza Cecil y los demás amigos de Rin, por lo cual pude comprobar varios rumores....Es cierto que Rin ofende en su cara a Su Alteza, pero la cosa es mutua, ambos se burlan del otro, es cierto de qué Rin es Alquimista, gracias a eso aprendí el uso de algunas hierbas medicinales en la Alquimia, pero el rumor de que Rin era enfermiza no lo pude comprobar hasta que llegó el Invierno.

Tras la primera nevada de la temporada, Rin cayó gravemente enferma de la nada, tenía una fiebre muy alta además de que apenas podía comer o beber, los amigos más cercanos a ella, nos dijeron a Su Alteza Yildiz, Clemes y a mí, de que esto era totalmente normal, que era parte de la secuela de la enfermedad que, al igual que a mí, casi le arrebata la vida siendo una niña pequeña.

La visitamos todos los días desde que cayó enferma, aunque solo podíamos ver cómo ella dormía con su respiración agitada, todos nosotros le tomamos la mano, Rin me había dicho que eso ayudaba a tranquilizar y dar esperanza a los enfermos, para darle a entender de que estábamos aquí para ella.

Pero ahora la situación a cambiado, Rin a empeorado, llorando y sudando sangre, teniendo alucinaciones debido a lo alta que está su fiebre, gritando debido al dolor y el miedo, además de la misteriosa herida de su hombro derecho, de la cual también emana sangre.

Nuestro amigos, me incluyo, caímos en la desesperación, nadie quiere perder a Rin, ella ha sido un rayo de luz que nos brinda esperanza a todos nosotros....No sé cómo lo hice pero pude reaccionar y le escribí una carta al Doctor Enhard, para que pudiera ayudar a Rin, si alguien puede salvar una vida, es él.

Desde entonces a pasado una semana, y ahora mismo el Doctor Enhard, junto a nosotros, está en la entrada de la habitación de Rin.

Laura, nos permitió entrar, el Doctor Enhard, se acercó rápidamente a la cama de Rin para intentar evaluarla.

-¡¿Señorita Rinne!?- dijo el ya anciano Doctor, al ver el cabello rosado de Rin.

-Doctor Enhard ¿Conoce a Rin?- le pregunté a la persona a la que admiro.

-Si, la Señorita Rinne, es la chica de la que te conté cuando eras un niño- me dijo el Doctor Enhard.

Tal como pasó con nosotros, después que ella comenzó a sudar sangre y apareció la misteriosa herida, una especie de campo de fuerza la rodeó cuando el Doctor Enhard intento tomarle la mano.

-Hay que eliminar ese campo de fuerza que la rodea primero, sea lo que sea lo que hace ese campo de fuerza, una cosa es segura, quiere matar a la Señorita Rinne- nos dijo el Doctor Enhard.

-¿!Matarla!?-

-¿Por qué la quiere matar?- pregunto Emilia.

-La Señorita Rinne, es muy poderosa en el sentido mágico, quizás la única persona que la puede superar es la Señorita Marina, ya que ella es la Voz, pero si yo fuera alguien que desearía matar a alguien, primero mataría a la persona que es una mayor amenaza - nos dice el anciano.

Nos quedamos en silencio, y después de una conversación entre nosotros, decidimos intentar eliminar el campo de fuerza, todos usaríamos nuestra magia para quitarlo, lo intentaríamos hasta que ya no esté.

El tiempo pasó rápido, una semana desde que nos dijeron que alguien quería matar a Rin desde sus sueños, todos nosotros estamos en la habitación de Rin, vigilando su sueño, aunque ahora mismo Rin parece más tranquila.

Estamos de noche, me quedé dormido en la silla al lado de la cama de Rin, pero ahora mismo estoy despierto.

Rin me ayudo y me dió ánimos de manera incondicional, me enseño más cosas, además no voy a desmentir que su inteligencia y belleza me atraían como un loco, su sonrisa en particular era una que, inconscientemente, robaba corazones de muchos chicos, agregando de que ella era dueña de una personalidad angelical.

Rin comenzó a mover la cabeza, de un lado a otro, como si fuera a despertar de su sueño, había comenzado a sudar un poco de sangre, pero no la misma cantidad que la primera vez, pero ella estaba reaccionando.

-Rin- la llame en un susurró.

Rin movió su cabeza hacia dónde yo estaba, y con mucho esfuerzo abrió sus ojos, para gran sorpresa mía.

La chica, débilmente, sacó su mano de la cama e intento que llegara a la mía, no dude y le tome esa mano, Rin al sentir el agarre firme abrió un poco sus ojos.

Las esmeraldas me miraron cansadas, pero una cosa me quedó clara, ella por fin reaccionaba.

-Alex- apenas susurró debido a lo cansada que estaba.

-Si, Rin-

-Gracias, a todos- dijo antes de volver a quedarse dormida.

Esperanza.

Tengo,ahora mismo, recuperada mi esperanza, Rin había reaccionado,ella estaría bien, volvería a luchar para recuperarse.

Ya mañana en la mañana les contaría a los demás.

Mi Rin, estaría bien, nuestra amiga volvería con nosotros.

Gracias a la Diosa, porque no perdimos la Esperanza, de que Rin se recuperaría.

La Guia del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora