Capítulo 2

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(Narra Alice)

Nos habíamos mudado a una nueva casa, cerca de una escuela para los hijos de Isabella y para el pequeño Sebastian, el cual ya se había acostumbrado a decir que yo era su mamá.

-Isabella, iré con Seba al parque, los pequeñitos duermen en sus habitaciones- digo mientras salgo de la casa

Sebastian ya sabía caminar por lo que iba tomado de mi mano, mientras veía a los pájaros y perritos pasar por el parque.

Miro hacia un árbol, hay una persona mirando fijamente. Cuando comienza a acercarse decido devolverme a casa. Tomo en mis brazos a Sebastian y salgo del parque, mientras aquel hombre nos seguía.

Llegue a casa casi corriendo, por lo que Isabella me preguntó que me pasaba.

Le conté todo y mientras estábamos sentadas en el comedor de la casa.

-¿Crees que algún día volverá Tamara?- le pregunto dudosa de la reacción y de la respuesta de mi amiga.

-No lo sé-responde ella mirando su taza de té.

-No...no quiero perder a mi amiga-digo mientras una lágrima me cae.

-No pienses en ella, ella está mejor ahora, no volverá, no tiene por qué ni cómo volver

Annie, la chica que nos ayudaba con el aseo en la casa nos llevó algunas galletas hasta la mesa, claro que compartimos con Valentina, Vicente y Sebastian.

(Al día siguiente)

Hoy nos iríamos de campamento, ya que Bruno había pedido unas vacaciones en su empleo.

Al llegar ahí instalamos nuestra carpa y con los pequeños nos fuimos a una pequeña laguna que había en ese lugar.

Veo que el tipo del parque está ahí también, saco a los pequeños del agua y me voy hasta donde estábamos instalados.

-¿Quien es él?-pregunta Isabella mirando al hombre que me seguía.

-Soy el novio de Javiera, el padre del pequeño Sebastian-dice el chico 

-¿Felipe?-pregunta Bruno

-Exacto, quiero a mi hijo ahora-dice

-Espera hablemos de esto en privado-dice Bruno

(Días después)

Ahora Felipe vivía de invitado en nuestra casa, se notaba que estaba aquí por que no tenía donde ir, ya que él nunca se había preocupado del pequeño.

Me voy al baño y entro en la bañera, el agua estaba demasiado caliente por lo que decido entrar mientras esta se iba enfriando.

Alguien entró al baño, me asomo tapándome con las cortinas y sorprendo a Felipe sacándose los zapatos.

-¿Que haces?-le pregunto enojada-¡Esta ocupado sal ya!

-Podemos compartir-dice el mirándome con una sonrisa

-¡Sal ya!- le grito y el se va.

Salgo del baño con mi pijiama puesto, veo que Felipe está en mi cama.

-¿Que haces?-pregunto enojada

-Soledad va a ocupar el cuarto de invitados, así que dormiré acá

-No, ahora vete-digo, pero él ya estaba durmiendo.

Me voy a dormir al sofá de la sala de estar.

A la mañana siguiente, como era de costumbre Felipe no fue a trabajar y se quedó mirando televisión toda la mañana.

-Iré al supermercado-le aviso antes de salir.

-Te acompaño- dice y sale conmigo

Íbamos caminando en silencio, disfrutando de que el sol estaba débil.

-Me gustaría tener otro hijo-dice él

-¿De qué hablas?-digo- No sabes ni cuidar a Sebastian

-Contigo será diferente-dice

-¿Por qué?

-Porque  así mi hijo tendría una verdadera madre

-Pero puedes cuidar a Sebastian solo, como muchas madres y padres de este país.

-No te olvides de Javiera

-No lo haré, solo quiero superarla

-¡Ella no tuvo la culpa de morir!-grito rompiendo en llanto

Caigo en la cuenta de que Javiera no fue mas que una de las víctimas de Tamara. Felipe limpio mis lágrimas y me abrazo. No me niego, por el simple hecho que necesitaba apoyo.

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