•Ace• Carta

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"Era solo una simple tarde, fui a comer a un bar, como acostumbraba. Había un aire fresco muy agradable, un clima limpio y se podía ver como en el cielo reinaban los colores anaranjados, entré al bar.

- Pero guapa, ven aquí- pude escuchar unas voces roncas provenir del interior del bar, al entrar yo una chica que al parecer iba distraída echando alguna que otra mirada asesina a los clientes de aquel sitio, chocó conmigo sin querer.

- Lo siento, he de irme- era una chica un poco más baja que yo, era bastante guapa, me quedé embobado mirándola un buen rato hasta que un empujón me hizo reaccionar.

Ese empujón me tiró al suelo y la chica se fue del bar, parecía estar enfadada. Me puse bien mi sombrero y empecé a seguirla sin que se diese cuenta, repentinamente entró a un callejón, yo me asomé para ver que hacía, ero cuando me quise dar cuenta allí no había nadie.

Entré al callejón mirando hacia arriba pensando si hubiese podido subir hasta allí, y entonces recibí una patada en la espalda que me tiró al suelo y luego como esa misma persona ponía uno de sus pies sobre mí para que no me levantase.

- Ah, eres tú, el de la entrada del bar- quitó su pie de mi espalda y yo me levanté quejandome.

- Esas no son maneras de tratar a alguien como yo, ¿sabes?- dije quitándome el polvo de encima y colocándome mi sombrero bien.

- ¿Alguien como tú?- preguntó la chica.

- Por si no lo sabes, guapa, tengo una recompensa de quinientos cincuenta millones y soy de la tripulación de Shirohige- dije orgulloso.

- Ya lo sé, Portgas D. Ace, vi el símbolo de tu espalda- dijo mirando hacia la entrada del callejón- pero guapo, ahora no tengo tiempo para hablar- salió del callejón y yo la seguí.

- Bueno, pues me presento con modales, me llamo Portgas D. Ace, soy el Comandante de la segunda división de los piratas de Shirohige- la chica ni se inmutó- ¿y tú?- pregunté.

- _____- dijo a secas.

- _____...- dije invitándola a seguir.

- _____ Orenji- respondió nuevamente sin darme más información.

- Pues es un placer conocerte- le dediqué una sonrisa, algo que a las chicas enamoraba, pero esta solo dijo "ssssh" y me pegó a la pared poniéndose ella a mi lado.

- ¡Sabemos que estás aquí, pelirroja!- escuché muy cerca del callejón, de un momento a otro _____ me cogió poniéndome de espaldas a la entrada del callejón posicionandose ella delante mía y pasando sus manos por mi cuello a lo que yo puse las mías en su cintura. Vaya, esta chica si que iba rápido.

Sentí su respiración, sus labios cerca de los míos, mi respiración se agitó al igual que el pulso de mi corazón, mi cerebro no daba crédito y solo pude cerrar los ojos para recibir aquel beso... Que por cierto, nunca llegó.

- Uff- escuché decir- casi me pillan- abrí mis ojos y _____ ya estaba separando de mí y yo me quedé mirándola con una mirada juzgadora.

- Oye, ¿por qué te buscan? ¿de qué huyes?- maldita sea, ¡yo quería ese beso!

- Ahm... No sé si debería decírselo al comandante de la segunda división de Shirohige- puso sus manos a la cintura.

- ¿Por qué? ¿Qué eres? ¿Una cazarrecompensas?- dije bromeando cruzándome de brazos.

Esta solo se quedó mirándome y de vez en cuando desviaba la mirada a otros lados.

- Espera, ¿de verdad?- dije impresionado, mi amor imposible.

- De verdad de la buena, Esgrimista del infierno- me dijo sacando sacando una espada de esgrima en la que no me había fijado antes que iba atada a su cintura.

- Ah, creo que ya sé quien eres, se rumorea que eres buena- dije sonriendo levemente.

- ¿De verdad?- me dijo apuntándome con su espada, como si pudiese hacerme algo.

- De verdad de la buena- respondí imitando su anterior comentario.

- ¿Quieres comprobarlo? Portgas D. Ace- de un momento a otro su espada estaba envuelta en haki, eso sí que no me lo esperaba, pero actué normal y alejé con un dedo esa espada que apuntaba a mi pecho.

- Me encantaría, pero tengo otros planes- mis entrañas gruñeron de hambre ya que antes al final no había comido nada- ¿te apetece comer algo?- le pregunté.

- ¿Crees que soy una muerta de hambre? ¿Y crees que voy a dejarte escapar?- oí como sus entrañas gruñieron también y sus mejillas se tornaron un poco rojas de la vergüenza del momento.

- Te invito a comer, venga ven- ella me siguió un poco resignada hasta llegar a un bar.

- ¿Y sabes? Lo mejor es que luego el maldito se puso a rogarme, pero al final lo tuve que entregar a la marina- me decía ella riéndose, al parecer cualquiera con un poco de alcohol se suelta rápidamente.

- Vaya, pobre hombre, ¿no has tenido piedad con nadie?- le pregunté mientras le daba un trago a mi cerveza.

- No, y la verdad es que no está en mis planes- me dijo un poco más calmada.

- ¿De verdad?

- De verdad de la buena- río levemente.

- ¿Ni conmigo?- pregunté fingiendo estar adolorido.

- Ni contigo- me respondió sonriendo levemente y frunciendo el ceño formando una expresión de maldad en su rostro.

- ¿Ni por nada del mundo?- me giré a mirarla.

- Ni por nada del mundo- de repente sentí una presión en mis labios, leve, corta, pero placentera- y ahora debo irme, no puedo estar más en esta isla- se levantó y se dispuso a salir.

- ¡Espera!- le dije cogiéndola del brazo- quiero volver a verte, por favor, eres una chica demasiado impresionante, y no me importa si esto es un amor imposible, no me importa si voy muy rápido, pero es que te amo más a cada segundo- mi corazón latía rápido al sentir su mirada en la mía. Cerró los ojos como pensando algo, y luego los abrió sacando un Den den mushi parecido a ella.

- Cuando quieras, llámame- y luego de eso se fue, pero antes de salir rápidamente giró sobre sus talones y se aproximó a mí dándome otro beso esta vez más largo que el anterior. Luego de eso se fue, dejándome con una sonrisa embobada y pensamientos de enamorado."

La pelirroja término de leer su regalo de aniversario.

- ¿Te gustó, amor?- escuchó a su novio a través del Den den mushi- lo hice recordando cada palabra, cada acción y cada sentimiento de aquel día en el que nos conocimos- dijo para luego soltar una pequeña risa de las suyas.

- ¡Claro que me gustó! Es simplemente perfecto, gracias por este regalo, lo guardaré para siempre- dijo la pelirroja guardando la carta en su sobre y guardando el sobre en su pequeño zurrón- Pronto llegará el mío, es que creo que le cuesta encontrar el barco de Shirohige- bromeó la chica.

- Está bien, cuando lo reciba te llamaré- dijo su novio colgando la llamada y la chica guardó el Den den mushi y caminó entre la hierba hasta encontrarse un poco cerca del saliente del cual iba a saltar, al barco de Shirohige.

One Piece - One-shots (Continuada en @LucyStuff) ©Where stories live. Discover now