ASÍ QUE EST(g)A(y)MOS SOLOS

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A la mañana siguiente me desperté gracias a las fuerzas del mal y mi consciente obligación de ir a la escuela, porque si por mí fuera me hubiera quedado durmiendo hasta que se presentara el fin del mundo. Tenía sueño, me dolía la cabeza y mis ojos casi no podían abrirse dándome una visión muy borrosa de las cosas que estaba haciendo.

Aún muy adormilado y casi ciego, llegué al closet y me puse una camiseta sin mangas y arriba una camiseta a cuadros divina, por último un jean elegido al azar. Me puse perfume, después desodorante. Entonces ya estaba listo para dos posibles cosas, o morir de nuevo en el pasillo, o superar ese ambiente de la casa e  ir a la escuela. Pero, mis planes que seguro terminarían en una muerte temporaria en el pasillo se vieron afectados cuando oí una risa detrás de mí que me hizo despertarme, por la contraria, por mil años. De repente me sentía congelado, y el haber pasado noches en vela viendo películas de terror desde niño por fin habían traído sus consecuencias.

Hasta que claro, me di vuelta y me encontré a Victor. Y eso no era lo más raro de la situación.

—¿De qué te ríes?—pregunté.

—Es que te queda bien—respondió y volvió a reír con bastante gracia y un toque de ternura que estoy seguro, solamente yo podría haber notado—. Mi ropa, mi perfume y mi desodorante te queda bien.

Me auto-examiné por un momento y ¡Diablos, sí! nada de lo que tenía me pertenecía. Me cuesta admitir que en ese momento me sonrojé y no supe qué hacer, de hecho lo único que quería era que me tragase el piso pero, ¿era eso posible? 

Qué maldita vergüenza.

Me escondí entre el hueco que hice con mis manos como última opción.

—¡Lo siento, te juro que estaba muy dormido!

—Creí que querías tener mi aroma o sentirme arriba tuyo con mi ropa—confesó, luego se acercó a mí y me abrazó. Yo aún me tapaba el rostro—. No pasa nada, bobo.

—Ya—dije y me quité las manos de la cara, quería suponer que ya estaba un poco menos rojo. Con cuidado me escabullí de los dos brazos de Vic y, curiosamente miré a mi alrededor—. ¿Qué demonios hago yo en tu habitación?

Exacto. Todo se tornaba más y más raro para mí.

—¿No recuerdas nada?

—¿Hemos hecho algo?

—No me des protagonismo a mí, que tú haz montado todo el show luego de unas cuantas copas.

Me di un palmazo en el rostro. Vic debía estar bromeando.

—¿Qué hice?

—Pues, luego de un rato de la nada habías comenzado a tomar un poco más. El resto te lo resumiré en una competencia de baile de tubo contra Brendon que terminó en empate.

Me tapé la cara una vez más y Victor volvió a reír. Ahora sí que estaba haciendo un cosplay de un tomate que me salía perfecto, quiero creer.

—¿Tus padres?

—Esta mañana se fueron de vacaciones, me enteré a través de una nota que dejaron en la cocina ya que yo también me quedé dormido. Al parecer fue una sorpresa bastante de sorpresa de parte de Brendon y su pareja. Así que, estamos solos—se acercó hasta su cama y se dejó caer de espaldas.

—Vaya—rasqué incómodamente mi nuca—, ese Brendon sí que hace muchas cosas. En fin—me apresuré en salir de la habitación y por ende de la casa, ya había perdido mucho tiempo—, ¡me prestas tu ropa Vic, llego tarde a la escuela!—y ya dicho aquello, corrí lo más rápido que pude hasta llegar a las escaleras.

—¡Kellin!—gritó aún desde la habitación. Y mi cabeza comenzó a formular miles de posibles cosas que Victor podría decirme a continuación.

¿Me pediría que me quede? ¿Me diría que falte al colegio por él? ¿Él también faltaría a la universidad por mí?

—¿Sí?—dije con un pie en el segundo escalón. Victor, en cambio, asomaba su cabeza por la puerta de su habitación.

—¿En sábado?

—¿Hoy es sábado?—el moreno asintió, volví a golpearme en el rostro—. ¡Señor! ¡¿Algo más me saldrá mal hoy?! ¡¿Algo más?!

Parecía que estaba consumiendo todas mis energías en ese pequeño lapso de tiempo, hasta mi cuero cabelludo sentía las canas llegar. 

Victor se acercó una vez más hasta a mí y de un tirón me cargó en su espalda.

—HEY, campeón, ¿qué estás haciendo?

—Te vez algo cansado e irritado, mejor vayamos a descansar.

—Pero nos estamos dirigiendo a tu habitación.

—¿Y?

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¿Fanservice dónde? okno.

¿Cómo están? Yo bien, medio fangirleando porque van a trasmitir Yuri!!! on ice en los cines de latinoamérica para probar la audiencia para la película que piensan hacer después, así que súper happy :'D no sé si les guste yoi o en efecto el animé, pero bueno, quería que alguien se entere de mis cosas ya que a nadie le importa xd

En fiiiiiin, gracias por leer y no dejen de leer que se viene lo bueno :D



La casa de los gays [Kellic/Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora