THRANDUIL "Principito Caprichoso"

EL Futuro De Thranduil

_Bien ¡¡¡ en marcha!! _ anuncio Thranduil caminando hacia sus estancias a lo que legitil reacciono y lo siguió a paso vivo y rápido, ya que la caminata de Thranduil era veloz comparada a la suya.

_¿ a dónde vamos alteza? _ cuestiono la elfa ansiosa.

_ a mis estancias, tengo mucho trabajo que hacer y además ten en cuenta que desde el día de hoy te tendré más vigilada ya que sueles meterte en problemas fácilmente.

_ Está bien _dijo pero luego medito _ pero... ¿no deberíamos despedirnos de los soldados ¿ los as dejado parado.

_ No, ellos ya entienden la rutina y se retiraran pronto a sus asuntos

Y así iban a paso firme hacia las estancias del rey.

En el caminó por la cabeza del príncipe rubio, aun deambulaba el misterio de la joya que la elfa tenía en sus poder. aún mantenía esa inquietud de no poder apreciarlo de cerca y tal vez así despejar sus dudas sobre la procedencia de dicho objeto .

Nada sabía sobre la existencia de una joya dorada idéntica a la plateada que ya conocía, solo tenía conocimiento de la reliquia plateada que creía conocer, esa joya plateada que en la antigüedad perteneció a Adherel, la hija de FIngolfin, descendiente de los Noldor, esposa de Eöl y antigua señora de Nan Elmonth, que al trascurrir los años la joya le fue heredada por derecho a sus nieta Tabata, hija de Maeglin, hijo de Eöl, actual señora de Nan Elmonth y su reciente novia.

Muy pronto, dentro de pocos meses Thranduil contraería nupcias con la mencionada, una bella elfa de cabellos negros y ojos azules, la bella Lady Tabata Celebrindal, la bella Noldor-sindar , la única señora de Nan Elmonth, de un pueblo elfico de no más de 7000 habitantes Sindar, situados y, acorralados y constantemente amenazados por los orcos que en los últimos años habían crecido en número buscaban una solución para poder sobrevivir.

Mientras tanto por el Reino Del Bosque Verde se apreciaba varias baja militares a causa de las ultimas batallas. el rey estaba absorto en múltiples dolores de cabeza, no encontraba solución alguna ara fortalecer su reino, pero un mágico día una carta llego a las estancias reales, una invitación 'para la familia real a las tierras de Eöl, y fue así como se llegó a esa mágica solución para salir de ambos problemas : "unificar ambos reinos y fortalecerlos para prevalecer"

Tanto el reino el reino del Bosque Verde, como el pueblo de Nan Elmonth lo necesitaban y para firmar dicho pacto era necesario unir a los señores de ambas tierras y luego de largas jornadas de reuniones entre ambos mandos elfico se llegó a la conclusión del matrimonio entre el príncipe y la señora de las tierras ajenas.

Esta erala realidad de Thranduil, casarse con la mujer equivocada para el beneficio de su reino, y claro que lo haría sin dudarlo, ya que lo que más amaba era la felicidad de sus gente y de cualquier elfo, la confianza que estos le tenían era ciegamente fiable. Así que sin cuestionamientos sobre el tratado o preámbulos, Thranduil dijo que SI, CIEGAMENETE AL PACTO.

Pero ahora se encontraba acorralado entre el deber y el verdadero amor, su corazón le decía a gritos que legitil era su media naranja, su mitad incompleta, su la verdadera mujer correspondida para él, era la elegida para acompañarlo de por vida.

Cuán grande error el de aceptar una unión forzada, ahora se sentía dividido, necesitaba una salida pronta, pero su caso no tenía escapatoria. Por nada de arda decepcionaría a su gente, o eso creía...

Perdido en sus pensamientos y continuando aun su caminata, por poco y se dio cuenta que la presencia de legitil estaba lejana y ya no lo seguía, busco con la mirada a los alrededores y pudo observar que su loca legitil habría parado para saludar a una de sus amiguitas en el camino.

Hastiado y decepcionado por tal falta se dio la media vuelta y se encamino hasta ella algo enfurecido.

Mientras que la rubia detenía su caminata y ajena a los pensamientos de Thranduil, legitil la acorralo en un abrazo fraternal a su amiga de limpieza:

_ ¡¡¡ hola mí querida Indis!!! ¿Cómo has estado? _ gritaba emocionada legitil mientras abarzaba efusivamente a su amiga.

_ ¡¡legitil, pérdida!!! ¿Qué haces que aquí? _ cuestionaba la amiga

_ nada importante, solo perseguía al príncipe a sus estancias... ¿y tu?

_ Pues hoy es mi turno de limpieza de los picaportes de las puertas del ala derecha, del cuarto nivel del castillo y estoy sacando la mugre de aquí y allá _ explicaba Indis con una sonrisa mientras que sacudía el polvo del trapo que utilizaba _ legitil ¿es cierto eso que se rumora sobre ti? ¿Nadabas con las serpientes?

¡¡¿Qué?!!! _ exclamo sorprendida _ ¿ y tú como supiste de ese incidente?

_ ¡¡¡bromeas!!! Todo el reino ya está enterado de tus acciones y hablan de eso; de tu heroico valor de salvar a un pez del agua y evitar que se ahogara _decía graciosa mientras mordía sus labios para no soltar una fuerte carcajada _ dicen además que cantaste y bailaste canciones eróticas para que las serpientes no te mordieran y que gracias a eso terminaste sin ropa ...¿es cierto eso?

_ ¡¡por todos los valares!!! ¿ te das cuenta de lo que dices?_ reclamo enfurecida _¡¡¡nada de eso es cierto!!!

_ ¿y por qué entonces terminaste mordida en al pantorrilla? Esa es una pita a corroborar que en parte la historia es verídica...OHH mi gran "doncella de los reptiles"

_¿doncella de los reptiles? _ preguntaba incrédula _¿ han osado en nombrarme tan feo?

_ así es, ahora eres popular por eso _ dijo Indis mientras actuadamente realizaba reverencia anticuada y exagerada hacia legitil. Pero la sonrisa burlona que dibujaba su rostro fue inmediatamente reemplazada por una de total neutralidad y miedo. Nerviosa realizo una nueva reverencia esta vez más delicada y respetuosa inclinado sus cabeza y dijo. _ Buenos días mi real alteza.

_ vaya , no sabía que podías actuar tan bien... ya deja de bromear _ dijo divertida legitil dándole un empujoncito en el hombro _ no hagas esas ridiculeces extravagantes que esperan los nobles... trátame como si fuera como elfa normal _ argumentaba, ausente de la presencia de Thranduil que ahora se encontraba justo detrás de ella.

Aun con la gracia viva en el rostro, unas manos ajenas a las suyas, de largos y delicados dedos se apoyó repentinamente en sus hombros, y el dueño de esas manos con la voz gruesa y varonil dijo:

_ así que no soy normal Legotil ...

Continuara...