(Isaza)
Durante la semana Inma y yo habíamos planeado escaparnos durante unos días. Ella había llegado a un acuerdo con el director de la escuela para que le dier algunos días libres y así alargar nuestro viaje a Cartagena, lugar donde, de niños, empezó toda esta locura. Salimos salimos de Bogotá el viernes de amanecida. Nos esperaba un largo y divertido trayecto en coche, podíamos haber elegido otra forma de viajar pero nos gustaba la idea de recorrer juntos aquel camino. Dejé que fuera ella la que condujera durante las primeras horas.
-¿Podemos hacer una parada en algún sitio? -preguntó sin despegar la vista de la carretera- tengo hambre y sueño - dijo bostezando
-Últimamente solo comes y duermes - bromeé
-Y aún no sé como sigo sin engordar - rió
-Porque todos los kilos que tú no coges - respondí- lo estoy engordando yo
-Ay pero a mi me gustas así - sonrió- porque eres todo un osito achuchable
Paramos a comer algo en el siguiente pueblo que encontramos y tras descansar un poco fui yo quien se pusó a manejar. Inma se quedó dormida en el asiento del copiloto. Habíamos madrugado bastante y con los nervios del viaje apenas había dormido la noche anterior.
Se despertó un par de horas después, frontándose los ojos y estirandose en su asiento.-¿Descansaste? - pregunté mirandola de reojo
- Un poco sí - dijo aún con voz dormida
Se volteó para agarrar una botella de agua que llevábamos en el asiento trasero y me la ofreció después de beber ella. Buscó algo de música en la radio y se paró en una de las emisoras donde estaba sonando 'Besos en guerra'.
-Estos perros están brutales, parce - dijo con un mejorado acento colombiano
-Tienes que dejar de hacer eso - me eché a reír
-¿Qué cosa? - preguntó
-Fingir el acento colombiano - respondí
-Ni que lo hiciera tan mal - puso mala cara
-No, claro que no - bromeé
-Hijueputa - dijo riendo
-En serio, deja ya de ver Narcos - reí
-Ya la acabé - puso cara triste- ¿qué va a ser de mi sin Javier Peña? ¿Sin Pacho Herrera? Mi corazoncito llora - dijo dramática
-Me tienes a mi - la miré unos segundos
-Supongo que me tengo que conformar con eso - fingió decepción
-Mi corazoncito llora - la imité
Me dio un beso en la mejilla y volvió a colocarse en su asiento. Pasadas ya unas cuantas horas de viaje, decidimos parar en un pequeño hostal, cercano a uno de los pueblos que encontramos. Estábamos cansados y no queríamos conducir de noche.
-Que ganas de tirarme sobre la cama - dijo bostezando
-Sabía yo que te ibas a cansar del coche - dije abriendo la puerta de la habitación que nos habían dado
-¿Bromeas? Me encantan los viajes así - sonrió- pero dormir en una cama es mejor que dormir en el coche
-Pues ahí tienes una cama - señalé
Ambos nos dejamos caer sobre ella quedando dormidos casi al instante. La mañana siguiente madrugamos de nuevo e Inma volvió a ponerse al volante durante el primer tramo del trayecto. Saqué mi móvil y grabé un par de stories en instagram. Sabía que cada vez que subía algo con Inma a mis redes sociales todo se revolucionaba pero las cosas ya estaban más calmadas, el fandom ya parecía medio aceptarla y en parte eso también era importante para mi. Se percató de que la estaba grabando e intentó apartar mi móvil.
-¡Qué pesado! - se quejó entre risas - para ya de grabar
Al igual que habíamos hecho el día anterior paramos a comer en a mitad de camino y tras ello yo me puse a manejar. Inma subió el volumen de la radio y apoyó las piernas en el salpicadero. Grabó un par de vídeos a modo de selfie en el que ambos cantábamos y luego me hizo algunas fotos.
-Mi nuevo fondo de pantalla - dijo poniendo una de las fotos que me había hecho
-Todo un modelo soy - bromeé
-Míster Colombia te llaman - ironizó
-Pues no lo seré, pero te mueres por mí - sonreí orgulloso
-Es que esa barriguita es mucho más sexy que unos buenos abdominales - dijo haciéndome cosquillas en el costado
-Inma por favor que voy conduciendo - reí
-Perdón - dijo con voz de niña
Para cuando llegamos a Cartagena ya era de noche, así que fuimos directos al complejo hotelero donde habíamos reservado nuestra pequeña cabaña cerca de la playa. Dejamos el coche en el aparcamiento del edificio principal y pasamos a la recepción, donde nos dieron la llave. Uno de los empleados nos acompañó hasta nuestro alojamiento y en la puerta se despidió de nosotros.
-Me quedo a vivir aquí - dijo Inma nada más entrar
-Nos quedamos - la corregí
- No, no - bromeó - tú te vas y yo me quedo aquí sola, bebiendo de cocos y siendo abanicada por dos buenorros
-¿Y no me ibas a echar ni un poquito de menos? - la abracé por la espalda
-Quizá...- respondió- pero solo porque no encontraría un osito tan bueno con el que dormir
Reí cerca de su oído y deposité un beso sobre su mejilla. Dejamos las maletas en el dormitorio e Inma salió a ver la playa desde la terraza del mismo. Me coloqué a su lado de espaldas a la playa, apoyando las manos sobre la barandilla.
-El mar está para el otro lado - dijo mirándome
-Pero es que tengo algo más interesante para mirar aquí al lado - le eché una mirada provocativa
-Pues mira bien a ese 'algo' -entrecomilló - por que es lo único que vas a hacer esta noche - me sacó la lengua
-No sé si podré resistir la tentación - la besé
-Bueno si no puedes - dijo pensativa - las manos te sirven para algo más que para tocar la guitarra
-Pero es que no es lo mismo - me quejé atrayéndola hacía mí
-Pues se siente - dijo entre bostezos y apoyando su frente en mi pecho
Pasamos al dormitorio de nuevo. Ella se dio una ducha rápida y salió del baño únicamente con la ropa interior y el albornoz, que no llevaba cerrado del todo. Buscó su cepillo en la maleta y se sentó en la cama desenredadose el pelo aun mojado. Me acomodé a su lado, ya con el pijama puesto.
- Buenas noches - dijo apoyando su cabeza en mi pecho
-Buenas noches, pequeña - susurré
Inma no tardó mucho en quedarse dormida. Yo me quedé hablando con los chicos un rato hasta que al final también acabó venciéndome el sueño.

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¿Quién te dijo esa mentira?
FanfictionAl final del camino siempre encuentras a esa persona capaz de reparar un corazón tan roto que parecía no tener arreglo. Sabe exactamente que hacer, o decir para cicatrizar esas heridas que no cerraban. Por que a veces tenemos que rompernos, para q...