NaruHina "La melodía de nuestro amor"

Capítulo 76: "La teoría de las almas gemelas"

~*Yo les indicaré cuando dar play al video, además, deben saltarse los 30 primeros segundos, la canción es hermosa!! Además, por tardar tanto, les traigo capítulo de mayor extensión!! Que lo disfruten*~

Lo vio recostado en la camilla, su mirada perdida en la nada, vacía, podía notar desde lejos la expresión triste de su rostro. 

Al verlo tan sumido en sus pensamientos, su mano tembló antes de tocar la manilla, y dudó si abrir la puerta, o no.

Pero entonces, sorpresivamente el chico giró el rostro hacia la puerta y la vio. Ella abrió los ojos sorprendida, se ruborizó y rápidamente quitó su rostro del vidrio, haciéndose a un lado. 

"No creas que no te vi... ¿Vas a pasar, o te quedarás afuera todo el día?" – escuchó que el castaño empleaba un tono alegre y burlón. 

¿Cómo había pasado de estar triste, a sonriente? 

Por otro lado, estaba muy avergonzada, había sido descubierta espiándolo. Minutos después, suspiró, tomó coraje y sujetó la manilla con fuerza. 

"P-permiso" – exclamó al tiempo que abría y por fin, hacia ingreso a la habitación donde se encontraba el chico. 

"¿Qué tratas de hacer espiando a la gente, pequeña?" – le preguntó sonriente al verla de pie en el umbral. 

Ella mantenía la pequeña caja escondida tras de sí, y sus mejillas se mantenían de un ligero tono rojizo. 

"N-no estaba espiando..." – respondió tímidamente, pero luego levantó la mirada hacia él – "Sólo quería cerciorarme de que ésta era tu habitación" – dijo decidida. 

El castaño sonrió. 

"Vaya, ¿entonces me estabas buscando?" – preguntó, indicándole con la mano que entrara de una vez por todas, pues ella seguía de pie en el umbral. 

Asintió con la cabeza, cerró la puerta y obedeció, caminando hasta quedar a escasos centímetros de la cama. Mantenía sus manos tras su cuerpo, ocultando con nerviosismo la pequeña caja con el pastel. 

"¿Y para qué me buscabas, pequeña?" – insistió con su interrogatorio. 

"Deja de llamarme así, ya te he dicho que no soy pequeña..." – se quejó, y acercándose un poco más a él, le extendió la caja para que pudiera tomarla. 

La observó confundido. 

Ella no añadió ninguna palabra, sólo le extendía la caja, con la mirada baja y las mejillas ruborizadas. No sabía de qué se trataba, así que la tomó con cautela. 

"¿Es para mí?" – preguntó aún en confusión. 

"¿Ves a alguien más en esta habitación?" – bufó molesta, pero avergonzada. 

Él se puso a reír por la rápida respuesta, y abrió la caja. De inmediato su risa cesó, y su mirada se enfocó por completo en el contenido de la caja. 

Podía leer "Feliz cumpleaños" escrito sobre la cobertura del pastel, y cuando levantó un poco más la tapa de la caja, una tarjeta se soltó de la cinta y cayó sobre la cama, junto a él. 

Dedicó largos segundos únicamente para contemplar la tarjeta; Hecha a mano al igual que la torta, y todo aquello parecía llenarlo con un sentimiento que no estaba con él antes. 

"Hey... ¿No te gustó?" – preguntó la castaña preocupada ante el permanente silencio de él, y su rostro serio e inexpresivo. 

Las palabras parecieron liberarlo de su ensimismamiento.