Me sentía algo triste, perdido desde que me aleje de mis amigos por ella, por Once quien mantenía una relación con Will Byers, un de mis amigos. Eso me tomo por sorpresa por que empezaba a sentir algo fuerte por ella y creí que ella por mi también, si soy un idiota con todas las letras. La decisión de alejarme de ellos un tiempo fue completamente mia, si regresaba a ellos y ellos me aceptaban estaría bien.
Me había dado que inconscientemente me estaba moviendo hacia la puerta, tal vez debía salir ya que estuve desde ese día encerrado en mí habitación. Fui al bosque, después de unos minutos de caminar me acoste en un arbol apoyando mi espalda en el tronco, para después pensar en nada importante hasta que escuche un ruido que me alarmo.
—¿Ho-hola?—Pregunte algo asustado de lo que podía pasar.
—Siento arruinar tu paz—Dijo una chica de cabello largo algo desordenado, lo que me llamaba la atención era su palida piel y sus ojos donde en los ojos tenía bolsas violetas casi oscuras.
—No importa...—Me levante y note que ella era más alta que yo.—¿Quien eres?
—_____—Contesto mirando las ojos del arbol de almendro.
—¿Apellido?—Ella negó.
—Es un dato sin importancia—Su voz era tan suave que me relajaba.
—De acuerdo—Levante mi mano para que la estrechara con la mía.— Michael Wheeler pero dime Mike.
Fue así como me deje de sentir solo y algo mal por dentro por mis amigos, me sentía más diferente sin ellos y junto a Ellie como yo la llamaba por el personaje de Up, una aventura de altura. Después de ese día nos reencontramos en el bosque, el mismo lugar y nuestros encuentros era en lugar cual llamábamos el punto del arbol. Yo estaba muy emocionado de verla una sensación rara que ella me provocaba, habia pasado el tiempo y simplemente un dia ella se veía bastante mal o bueno así era su aspecto como una niña emferma pero ella no hablaba normal como siempre sino le costaba hablar por lo que se lo hice saber que note su actitud pero ella decía que estaba bien, no muy convencido a la hora de irnos la seguí iba dejar de hacerlo pero habia llegado a un punto inesperado, un orfanato.
El dia siguiente en el punto del arbol la esperaba con unos comics en mis manos, iba a pedirle una explicación pero nunca llegó y después de horas decidí hacerle una visita, yendo a el orfanato. Llegué al orfanato cual era de paredes grises, tonos negros y blancos, una señora de cabellos blancos mayor de edad llegó a mi dirección.
—Hola soy Christine, la jefa del orfanato—Habló la mujer.—¿Buscas a alguien o eres...?
—No soy huérfano—Conteste.—a una niña llamada _____.
—Oh, cariño—La mire confundido.— ella falleció ayer mientras dormia por su enfermedad no le quedaba mucho tiempo de vida.
Mi cara seguro era un poema, sus palabras se clavaban en mi corazón mientras las procesaba. Estos dias con ella la veía feliz, llena de vida y para mí lo unico que tenía era aspecto de enferma pero no era solo un aspecto. Empecé a llorar al pensar en ella, pensar que jamás la volvería a ver, abrazarla, hacer chistes y decirle que la quería más que un amigo y lo peor fue descubrirlo cuando ya no esta, sí antes me sentía mal ahora no me sentía vivo.
