Beverly Marsh 🎈

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Agustín, un chico argentino quien era estudiante de intercambio estaba totalmente enamorado de la pelliroja, Beverly marsh estaba llena de rumores cual no eran bonitos pero el rubio no los creía. El rubio miraba a Bill sin pestañear, hasta que el castaño cerro los ojos rompiendo su batalla de miradas y darle la victoria al rubio. Richie, Stanley, Eddie y Ben miraban la situación como absurda, Bill y Agustin tenían una rivalidad muy infantil que no pasaba de simples competencias.

—¡¿Pueden dejar de hacer eso?!—Dijo Stanley algo molesto.

—¿Hacer que?—Pregunto el rubio con una sonrisa.

—No entiendo como nos juntamos contigo—Se cruzó de brazos.

Antes eras chévere, ahre—Los chicos lo miraron sin entender.—niños sin cultura.

—¿Cual es la razón de sus constantes desafíos?—Pregunto Ben.

—Todo empezó cuando el rompio mí chupetín—Los chicos rodaron los ojos al recodar esa historia.

—¿Su rivalidad es por una paleta?—Pregunto Ben.

—Mira flaco, lo decis como si no fiera gran cosa cuando lo re es—.

—¿Recuerdame por que nos juntamos con el latino del colegio?—Pregunto Richie.

—Me ofendes Richie, me ofendes—Dijo Agustín llevándose la mano al corazón y haciendo un gesto de sufrimiento.

—No crees que deberías perdonar a Bill, solo eran unos niños—Habló Ben, Agustin lo miró con confusión.

—Eso paso hace dos días—Aclaró Agustín.

—¿Dos días?—Pregunto Ben.

—Sí, hace dos días me cambiaron de turno, vos no lo sabías por que sos nuevo—.

—Pense que se conocían para tener una rivalidad—.

—Soy algo dramático—Dijo Agustín.

—¿Algo?—Pregunto Stanley.

—¿Quieres decirme algo Esteban?—.

—¿Por que nos cambias de nombre?—Pregunto Eddie.

—No lo se Eduardo...bueno si, pero no te voy decir, ahre—.

—E-eres muy raro—.

—Gracias, ahre. Iré al baño, no me extrañen—Sonrió.

Agustín fue hastas las puertas y las empujo para salir de la cafetería, en busca de un baño. El rubio observo una puerta cual decia baño, entro al baño encontrandose con gritos nada masculinos, la que gritaba era Greta quien le gritaba a la pelirroja y Agustin no tardo en darse cuenta. Él agarró un tacho de basura y se lo tiro a la chica, quien empezó a chillar.

—¡Gutiérrez!—Grito al ver al rubio reir.

—¿Tantas inseguridades y autoestimabaja tienes para molestar a los demás?—Rio mientas le tiraba un pote sucio.—haceme un favor y tómate un té.

—Me las pagarás, Gutiérrez—Dijo Greta totalmente molesta yendose con sus amigas.

—Che, ¿te encontras bien?—Pregunto el rubio con la mano en la nuca.

—¿Sabías que este es el baño de niñas?—Pregunto Beverly, Agustín se rió.

—Cuando comes mucho picante y desafias a alguien, no te importa a que baño ir—Contesto Agustín, Beverly abrió la puerta y el rubio se paralizó, era beverly Marsh.

Formé una sonrisa y ella se acercó a me dio un beso en la mejilla, me desilusióne, quería un chape, ahre, penso Agustín.

—Gracias Agustin—Sonrió Beverly.

—Por ti, me hago sapo así me chapas—Dijo Agustín y ella lo miró confundida.

—¿Que es "Chapas"?—Pregunto la pelirroja.

—Significa chapa, de metal o que se yo, tengo un seis en historia, ahre nada que ver—.

—Gracias Gutiérrez...—.

Agustín miraba a la nada, pensando en todo lo que ocurrió, Argentina lo esperaba después de seis años de vivir en Derry, él estaba feliz pero debía despedirse algo que no era difícil para el pero extrañaría a la pelirroja. Agustín miro su mano cual había sido cortado por Bill, le dolía y sabía que seguro el castaño lo hizo por sus bromas inofensivas.

—¿Te duele?—Pregunto Beverly.

—Más que el mundial 2014, Ahre exagerado—.

—Te sale demasiada sangre—.

—Tranca Palanca, no es nada—Sonrió y ella lo agarró de la mano, Agustín hizo un gesto de dolor.

—Aja—.

—Después me pongo curitas de Winnie Pooh—Sonrió.

—Eres muy gracioso...—.

—No más que Richie, re que yo puteo más—.

—Agustín, Stanley me dijo que te ibas—.

—Sí y es piola, extrañaba las milanesas, el asado, el dulce de leche...—.

—Yo igual me voy—.

—Lo se y no preguntes como...—Sonrió inocente, Beverly rió.

Colocó su mano en la mejilla del rubio, éste sonrió y poso su mano sobre el hombro de la chica para acercarse y darle un beso. Se besaron lentamente y en medio de los besos sonreía. Después de todo lo que decían de la pelirroja, Agustín igual se había enamorado y no había creído nada, hasta la defendía de Henry Bowers, el nunca penso ser correspondido pero lo fue.

Loser club; ItOn viuen les histories. Descobreix ara