La Conspiración Homosexual De Cartman

12.3K 942 3.6K
                                    

Tal vez esto del romance simplemente no se le daba a Kenny.

Habían pasado ya dos semanas desde que el director PC había destrozado su (hermoso, firme y sensual) culo, y aún no había logrado ningún avance en su ni-tan-malvado plan de conquistar a Butters.

Tras el trágico momento en el que Butters malinterpretó horriblemente su confesión, su niño había logrado convencer a los padres de la zorra de mudarse de vuelta a South Park.

Kenny no conocía los detalles exactos de como lo había logrado, pero algo le decía que el más bajito había echo uso de su habilidad especial de poner los ojitos del gato de Shrek a voluntad para manipular a la pobre pareja, y convencerlos de que este asco de ciudad era un mejor lugar que la linda Canadá.

El Mccormick sabía en carne propia lo difícil que era decirle que no a esos ojitos, y por más irritante que encontrara que alguien fuera capaz de manipularlo tan fácilmente, debía admitir que estaba infinitamente orgulloso de lo malvado que podía llegar a ser su conejito. Amaba cuando este dejaba mostrar su lado oscuro, muchos solían subestimarle por su fachada inocente, y si bien es verdad que Butters llega a ser exasperante en su inocencia en ciertos temas, Kenny sabe muy bien que su niño estaba lejos de ser el niño bueno que todos creen.

No era por nada que Kenny estaba tan enamorado de él.

Dios, a Kenny le encantaría ver que tan lejos podrían llegar si le cediera todo el control a su niño, si le demostrará lo mucho que confía en él al permitirle hacer cuanto quisiera con su cuerpo, sin límites ni peros de por medio. Sólo la idea del pequeño sobre él, domininandole como toda una pasiva agresiva era...

Ejem, volviendo al tema de la conquista antes de que haya que hacer una pausa en la historia para ir a ahorcar a cierto animalejo de plumas blancas, si entienden a lo que se refiere.

Con la noviecita de vuelta en la ciudad, Kenny tendría que hacer el doble de esfuerzo si quería pasar menos tiempo con su mano derecha y más tiempo haciendo de todas sus fantasías una realidad. Pero era más fácil decirlo que hacerlo, ya que con Butters pegado a ella 24/7 obtener un tiempo a solas para hacer su movida era poco menos que imposible.

La primera vez que logró una tarde a solas con su niño fue corriendo a comprar un ramo de rosas para entregarle una vez que lo pasara a buscar a su casa. Kenny invirtió todo el dinero que había juntado arduamente por meses, la totalidad de sus 5 pesistos, con tal de hacer aquel gesto romántico.

Mas resulta que sus 5 pesitos no eran el dineral que él pensaba y sólo le alcanzó para las más baratas. Lo que hubiera estado bien, Butters no es materialista, pero la vieja bruja que se las vendió olvidó mencionar que las pinches florecitas eran muy bonitas pero también muy venenosas.

Quizás Kenny tenía algo de culpa en aquello, puesto a que la anciana probablemente no pensó que él trataría de comerse una. ¡Pero Kenny tenía hambre, joder! Y dios sabe que él ha comido cosas mucho más extrañas.

Y si creen que morir envenenado a solo una cuadra de la casa de su conejito suena mal, entonces ni se imaginan lo horrible que es ser arrollado por una aplanadora al tratar de recoger la carta de amor que acababa de escribir, o ser apaleado por una tropa de abuelitas indignadas al verlo en su traje de enfermera sexy que tenía pensado enseñarle a Butters, o...

Bueno, Kenny podrá ser un idiota, pero no un estúpido, y tenía la ligera sospecha de que el universo estaba tratando de decirle algo con todo esto. Y es que conquistar a su niño estaba probando ser más complicado (y peligroso) de lo previsto.

Al menos no estaba solo en esto y cada día después de despertar en su cama tras morir de manera ridícula el día anterior, podía contar que sus amigas ratitas estarían a su lado para hacerle compañía. Después de un par de intentos de deshacerse de la plaga en su habitación en donde el veneno de ratas terminó siendo más efectivo en él que en su objetivo, se terminó resignando a su la nueva compañía y hasta les agarró algo de cariño, después de todo eran bastante tiernas cuando no trataban de arañarle los ojos.

1000 Maneras De Morir (Por Él) ~>Bunny<~Kde žijí příběhy. Začni objevovat