Miraculos Versión Pirata

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-Ja, estarán pendejos o qué, Es tan obvio -se burló Kenny antes de tragar otro puñado de palomitas rob- eh digo, tomadas prestadas educadamente de la cocina de los Black.

-Si vas a sentarte fuera de mi ventana como un acosador, al menos podrías tener la decencia de hacerlo en silencio -refunfuño Token, el chico hacía un esfuerzo en tratar de ignorar al idiota que se asomaba por fuera de su ventana, todo para ser capaz de mirar la novela de los jueves en el televisor plasma HD 4K pantalla curva con 5G del pelinegro.

-¿Decencia? ¿Yo? Puff, pensé que el de los chistes era Jimmy. -dijo Kenny alrededor de las palomitas de maiz que llenaban sus mejillas- Decencia podrías tener tú de invitarme a pasar, en vez de tenerme aquí afuera como un vagabundo pervertido.

-Literalmente eso es lo que eres -suspiró Token-. A todo esto, ¿Como diablos estas afuera de mi ventana? Esto es un tercer piso.

-La magia del cine, mi bello hombre de chocolate -guiño Kenny, a lo que Token se limitó a hacer un gesto de asco, Kenny se encogió de hombros, él se perdía a este papacito, pensó.

-Lo que sea, no te dejaré entrar, aún estoy castigado por la fiesta que organizaste en en mi sótano, SIN SIQUIERA INVITARME por cierto.

-Tranca palanca, no era una fiesta, era una reunión privada -respondió Kenny sin un ápice de verguenza- a parte eres un aguafiestas, si te hubiera invitado le hubieras prohibido beber a Clyde, como la mamá osa que eres, y nos hubiéramos perdido su llanto karaoke con rolitas de señora sufrida.

Token lo miró un par de segundos, con una de las miradas más despectivas que Kenny a recibido en su corta e indecente vida, y rodó los ojos antes de dar la vuelta y seguir mirando la pantalla de televisor, ya habiendo cumplido, al parecer, con su cuota de paciencia ante la estupidez por el día.

-No te cansas de no tener sentido ¿no? -siguió el Black sin dirigirle la mirada.

-Nop, así le gusta a mi público y yo vivo por esas marranas. -respondió alegremente Kenny.

-¿A quién te refie-? Agh no importa, ya está empezando. Puedes quedarte ahí afuera, solo haz silencio.

Kenny hizo una rápida seña de sellar sus labios y dirigió también la vista al televisor, viendo como Adrián Alberto fallaba de nuevo en reconocer a Marina Margarita como su verdadero amor, sólo porque esta se puso un traje ajustado de mariquita teibolera.

Kenny ama ver este tipo de novelas, siempre que pensaba que su vida era ridícula, solo bastaba con recordar el cuadrado, y a veces hexágono, amoroso que exhibían en la pantalla y se sentía mucho mejor.

Pero tampoco es que pudiera juzgar a el rubio oxigenado, ¿quién no se enamoraría de una fuerte y misteriosa heroina en mallas? Era lógico que sería mucho más fácil enamorarse de esa faceta de la chica que en un su lado torpe y común, a la que todo le sale mal.

Pensándolo bien, Kenny se sentía algo identificado con Marinetta, no es sorpresa que a Butters no le interesara el tonto de Kenny, el cuál no puede pasar ni medio día sin morir de manera extravagantemente ridícula. Todo le sería mucho más fácil si tuviera un fuerte y misterioso alterego del que su conejito se pudiese enamorar.

Esperen.

-¡YO TENGO UN FUERTE Y MISTERIOSO ALTEREGO DEL QUE MI CONEJITO SE PUEDE ENAMORAR! -grito de forma victoriosa, al fin pudiendo hacer sinapsis entre sus dos neuronas sobrevivientes tras esa muerte por electroshock.

-¿Vale la pena preguntar? -suspiró Token al recuperarse del sobresalto que le provocó su revelación.

-Oh mi querido sugar daddy, estas viendo a un hombre nuevo, un hombre con un plan infalible -dijo Kenny con el dramatismo que le caracteriza- La próxima vez que me veas me verás como la nueva esposa trofeo de mi querido mantequilla, ya verás.

1000 Maneras De Morir (Por Él) ~>Bunny<~Where stories live. Discover now