—Mamá... no quiero ponerme esas sandalias, me hacen doler los pies y no me dejan jugar a la pelota a gusto...
—Ya hablamos de esto, Valentina, las niñas no juegan pelota, ni se suben a los árboles, ni se revuelcan. Vas a tener que empezar a comportarte como una señorita, ya tienes nueve años.
—¡Pero a mí no me gustan! Quiero jugar con mis amigos a la pelota, no estar sentada en la banca todo el rato viendo como los demás se divierten.
—Ya te hablé, Valentina. Esa es otra cosa que me molesta. ¿Cómo es posible que no hagas ni una sola amiga?, todos tus amigos son niños. ¡Pareces una marimacha!
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Mamá, ¡soy un chico!
Short StoryLa mamá de Valentina es una mujer ortodoxa que no acepta que su hija es diferente. Es su padre quien le abre las puertas y le permite expresar su sentir, y es allí cuando las cosas en la familia comienzan a cambiar drásticamente. Historia dedica...
