VII

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Cuadra Laguna Negra.

10:21 a.m.

Marcos llevaba un mono de trabajo sobre una camiseta verde. También llevaba unas botas pesadas, para andar sobre el estiércol sin ensuciar sus pies. En su mano, una pala. Él se agachaba, cogía el estiércol con la pala y lo vertía en un cubo. Ya casi estaba lleno.

De repente, una patada. Todo el contenido del cubo estaba ahora en el suelo. Él levanta la cabeza. Claro, eran Iván, Cayetano y Roque.

- ¡Uy! –dice Iván inocentemente. – Se ha caído...

Pero Marcos no le contesta. Tira la pala en el suelo y se dirige al cubo. Aplicando un poco de fuerza, lo vuelve a poner en su sitio. Cayetano sonríe viendo la imagen.

- ¿Qué pasa? – dice Marcos. - ¿Habéis venido a pegarme? Estoy temblando...

Marcos hace una pausa, mirándolo a los tres. La ironía era algo que no se le daba muy bien, pero que tenía que aplicar en estos momentos.

- ¿Vais a hacerlo de uno en uno? ¿O empiezo con los tres a la vez?

Cayetano empieza a reír fuertemente, pero es Iván quien le contesta:

- No... Darte una paliza no es divertido. ¿Sabes qué es divertido?

Entonces, Iván le hace gestos a Marcos, para que se acerque un poco a él. Este lo hace, sin miedo.

- Contarle a tu hermanita que es huérfana – Iván ríe.

Marcos no espera ni un segundo. Coge a Iván del cuello y lo coloca contra la pared, con fuerza.

- Como te acerques a mi hermana, te arranco la cabeza, hijo de puta.

- Tranquilo, 'botafumeiro'... -le dice Iván, mientras aparta las manos del chico. – Ya te he dicho que eso de la violencia no me gusta...

Marcos aparta sus manos del cuello de Iván. Los mira a los tres. Iván no parecía temerle, Cayetano sólo reía... En cambio, Roque parecía un cobarde. Sabía cuál era el punto débil del grupo. Sin mirar atrás, corre hacia el colegio.


El Internado Laguna Negra.

10:30 a.m.

Marcos corría por el pasillo mientras limpiaba sus manos en su mono. Miraba a un lado y a otro, buscando a Paula. En su lugar, se encuentra con Héctor, que lo atrapa rápidamente del brazo.

- ¡Eh! ¿Dónde te crees que vas? –le grita Héctor. – Deberías estar en las cuadras.

- Tengo que decirle a mi hermana que nuestros padres ha muerto.

Héctor quedó paralizado ante esta reacción del chico. Marcos no permitiría que nadie hiriera a su hermana. Y mucho menos el macarra de Iván.

- ¿No dice usted que hay que ser valiente?

- Piensa cómo se lo vas a decir...

- Pues diciéndoselo. ¡Lo que no voy a consentir es que alguien le haga daño!

De esa forma, Marcos sigue buscando a su hermana. Pero esta vez, Héctor le sigue. Él quería comprobar que todo estuviese bien.

Marcos la ve al fin. Estaba en su clase, la clase de infantil. Ella estaba de espaldas a la puerta, coloreando. Marcos entra rápidamente y se sienta en una silla, frente a ella.

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2016 ⏰

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Laguna Negra » 2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora