PARECE QUE VA A LLOVER - (Aiteda)

1. Yo te quiero más

Narra Cepeda

Ya está. Ya lo he hecho. Por fin he destapado lo que llevaba ocultando a medias estos meses. Por fin he liberado mis sentimientos ante todos, por fin me dejo llevar de verdad ante lo que siento. Llevaba semanas leyendo y escuchando a personas cómo cuestionaban el hecho de que mi relación con Aitana no era precisamente de "amigos". Hubo personas, que desde el primer momento se dieron cuenta, tanto dentro de la academia como fuera, que ella estaba empezando a despertar en mí sentimientos de amor, porque mis actos y mis miradas me habían delatado. Otras personas simplemente se contradecían con las personas de la opinión contraria, poniendo la mano en el fuego mientras aseguraban que no, que yo la veía como una hermana pequeña, porque más de una vez me había referido a ella como tal. Muchxs otrxs veían que era una relación de amistad preciosa, que nos éramos leales y que nos queríamos, pero como amigos que éramos, además, teníamos nuestras respectivas parejas ¿cómo nos íbamos a enamorar el uno del otro?

Pues bien, pasaban las semanas y yo ya estaba asqueado y angustiado por andar ocultando algo que me hacia sentir tan vivo. Harto de tener que callar y de jugar a no admitir ni desmentir. ¿Por qué ocultarlo? Querer con el corazón a alguien nunca debería ser un motivo para avergonzarse. Independientemente de lo que sintiera Aitana por mi o no, necesitaba contarle al mundo que la quería, pero no como una hermana, ni como una amiga, sino como a un amor, tal vez inalcanzable, algo imposible pero muy sincero.

Sin embargo, con lo que yo no contaba hace unos días, era con mantener al fin frente a ella aquella conversación. Y mucho menos contaba con escuchar aquellas palabras, las cuales tanto había imaginado y las cuales también me animaron todavía más a exteriorizar lo que mi interior anhelada exteriorizar con el mundo.

Pero, vamos por partes. Rebobinemos.

Al salir de la academia no dudé en hablar las cosas con Graciela y explicarle lo que había pasado en mi interior semanas atrás. Ella lo entendió, de hecho, ni siquiera se sorprendió porque me aseguró que tenía ojos y que veía continuamente cómo se notaba que yo empezaba a perder la cabeza por Aitana. Por eso decidimos que esa relación terminara, sin reproches ni rencores. Simplemente no podía seguir estando con una persona sabiendo que otra ocupaba algo más grande en mi de lo que podría haber imaginado y quizás soñado.

En cuanto hice eso yo sabía que Aitana cuando saliese de la academia, a pesar de ver todo el revuelo que tuvo nuestra relación dentro y teniendo presente nuestra gran conexión en ese periodo, no iba a a dejar a Vicente tan rápido e incluso ni siquiera llegara a planteárselo, porque, ¿y si ella a mi no me quería de la misma forma? ¿y si aunque me dedicara la preciosa canción de Procuro Olvidarte (que parecía haber sido lo que confirmaba sus sentimientos hacia mi), siguiera con él porque lo quería más y de la forma que se le quiere a un novio y no a un "hermano" como ella decía que yo era?

Todas las semanas desde que salí tuve presente ese pensamiento, pero no me importó. Yo seguí apoyándola todas las galas, de vez en cuando subía algún tweet mostrándole mi aprecio porque me sentía igual o más orgulloso de ella de lo que ya estaba.

Y cuando nos anunciaron que iba a haber un reencuentro con los cinco finalistas, yo sólo podía pensar en el abrazo que le daría a Aitana. Se me removió el estómago de sólo pensar que la vería antes de lo pensado. Desde que nos lo anunciaron hasta los últimos 5 minutos antes de entrar en la academia estaba atacado de los nervios aunque lo intentara disimular. Roi me miraba todo el rato con cara de "chaval, tranquilo" y cuando por fin entré y la vi esperándome para darme un abrazo, me sentí completo. No podía dejar de mirarla, ni de tocarla. Había echado tanto de menos su olor y su manera de mirarme que hasta me daba igual que estuviesen grabando y se me notase que no podía dejar de prestarle atención. Quería mostrarle que no había dejado de ser como yo era cuando estaba con ella y que el solo hecho de verla me llenaba de ilusión.