Capítulo 4: Desaparecida

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Jimmy era un ser siniestro. Su humor era algo sarcástico y no mostraba sus sentimientos. Aquel chico hacía lo que quería, sin rendir cuentas a nadie: bebía, conducía sin carnet, asesinaba. Era una causa perdida, un enfermo mental, fuera de lo común y muy difícil de comprender, un ser sanguinario sin apenas cordura: un peligro para el mundo real...  Todo a su lado resultaba caótico y tenso... Jimmy -y menos aún la propia Laura- no conseguía comprender qué era lo que tenía ella capaz de frenar su instinto asesino. La chica seguía sin entender por qué no se había ido aún, por qué no le había dejado atrás... Por qué él la había besado. Eran muchos los interrogantes que decoraban su mente y pocas las respuestas que era capaz de darse. Ella se repetía constantemente, como para convencerse, que si seguía con él era porque le había proporcionado un techo bajo el que vivir y que no había nada más.

Eran finales de julio. Hacía demasiado calor en aquella ciudad. Laura había decidido dar un paseo por Lonely Road. Tenía ganas de saber cómo era aquella ciudad con tranquilidad. 

Tras unos minutos caminando pudo reconocer que Lonely Road era encantador, aunque no tenía nada que ver con The City of Damned. Lonely Road era mucho más pequeño, pero le embargaba un halo de sosegada calma que nada tenía que envidiar a las grandes ciudades. Aquello era realmente inocente. Aún recordaba lo que Jimmy le dijo la primera vez que se vieron: "Si sigues por ahí llegarás a Lonely Road y allí hay gente muy mala", pero era evidente que la había mentido, o tal vez... ¿se refería a sí mismo?

Ella continuaba su paseo, sola y tranquila cuando un sonido en dirección contraria hacia la que andaba llamó su atención y miró hacia atrás, curiosa. De repente, sus ojos se encontraron con Jimmy, que estaba medio escondido en la esquina de aquella calle, llamándola, por lo visto.

—¿Que estás... haciendo? —preguntó extrañada al verle.

Jimmy se acercó a ella, algo despeinado. Luchaba contra sí mismo para no caer en mitad de la calle.

—Tienes que irte —dijo.

—¿Qué? —preguntó desconcertada—. ¿A dónde?... ¿Por qué?

Él suspiró ante las cuestiones de Laura. Su flequillo se agitó delicadamente.

—Tienes que irte —repitió y no dijo nada más.

Laura cruzó sus brazos en señal de negación.

—No —respondió mosqueada.

Jimmy se mordió suavemente el labio inferior, intentando contenerse.

—No tienes opción —aclaró.

Laura le fulminó con la mirada y sin hacerle caso, se dio media vuelta, dispuesta a seguir con lo que hacía. Sin embargo, sintió cómo Jimmy la agarraba fuertemente por el brazo derecho y la arrastraba hacia el portal de unos pisos que tenían en frente. No era un lugar excesivamente grande.

—¡¡Ay!! Jimmy joder... Me has pisado —exclamó refunfuñando.

Jimmy, aún sin soltar el brazo de Laura, se acercó más a ella, intentando intimidarla con sus profundos ojos verdes. Ésta se sonrojó.

 —Suéltame, me haces daño —exigió mientras bajaba la mirada. Jimmy sonrió ante aquella reacción y la soltó—. ¿Por qué tengo que irme? —preguntó ella a tiempo que se frotaba el brazo que Jimmy acababa de soltarle. 

Él se alejó un poco de ella.

—Tienes que irte porque... Porque yo te lo ordeno. 

—¿Perdona? 

—¿Qué?

—No pienso hacer lo que a ti te dé la gana. No soy nada tuyo ni de tu propiedad.

Jimmy bufó, se le acababa el tiempo. De repente, la agarró con fuerza por los hombros.

1. Rage and Love (Green Day)Where stories live. Discover now