Capítulo 11.

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Sábado.

Los próximos días no pasaron fácilmente. El jueves por la mañana cuando Felix despertó, estaba bien, feliz incluso. Pero entonces él se había levantado y miró su bolso de patinaje y todo lo que había sucedido la noche del miércoles se precipitó hacia él. Naturalmente, Felix no era él mismo ese día, pero se las arregló para salir adelante en la práctica. Cuando Minho se acercó a él andando a clase, el chico estaba tan ocupado hablando del buen tiempo que había tenido con Jisung y Hyunjin ("Él es en realidad mucho más agradable de lo que pensábamos.") la noche anterior, y Felix decidió que no era momento de cargar a su amigo con sus problemas todavía.

Fue justo después de que Changbin había entrado a clase, se sentó en su lugar habitual junto a Felix, y dijo: "Felix, lo siento mucho. ¿Podemos hablar de esto?" que Minho se dio cuenta de que algo estaba mal.

Eso podría haber tenido algo que ver con el hecho de que Felix se había girado hacia Changbin y había contestado en un tono increíblemente calmado y plano: "No. Ahora vete a la mierda." Él se había dado vuelta antes de que pudiera darse cuenta de la mirada en el rostro de Changbin ante sus palabras— como si alguien le hubiese dicho que dejara de vivir. Changbin se había levantado de su asiento solemnemente y volvió al lugar donde había estado sentado la semana anterior, en la época en que la vida de Felix era mucho menos complicada.

Felix le había contado a Minho sobre la noche del miércoles después de la escuela ese día. Minho había escuchado y, por una vez, parecía haber perdido las palabras cuando Felix terminó. Parecía que quería decir algo como "Bueno, ¿por qué no lo dejas explicar?" Pero una mirada de Felix fue suficiente para que se callara. Así que, después de eso, el chico de pelo oscuro había ignorado a Changbin también. Felix era muy afortunado de tener amigos tan maravillosos.

Pero solo porque Felix estaba enojado con él no significaba que mantenerse alejado de Changbin era fácil, y Felix se odiaba a sí mismo por eso. Estaba enfadado, eso era seguro, pero él también estaba herido y se sentía extrañamente traicionado, lo cual simplemente no tenía ningún sentido. Ya nada tendría sentido nunca más, porque ¿Cómo podría Felix haber sido tan engañado? Él se había sentido tan seguro en su relación —ehm, de amistad— que nunca había esperado que algo así sucediera, y había estado tan cegado. Dicho esto, era difícil no dejar que sus pensamientos se desviaran a cierto muchacho de pelo negro, preguntándose qué podría decir para mejorar la situación.

No es que Felix estuviera dispuesto a escucharlo.

Para sorpresa de Felix, Changbin no intentó hablar con él en persona de nuevo. No esperó a Felix después de la práctica o lo detuvo yendo a su habitación, y volvió a sentarse con Jisung en clases. El único contacto con él fue cuando Felix tuvo que lidiar con sus textos insistentes que parecían nunca terminar.

Lix, lo siento mucho. Por favor déjame explicarte. No era lo que piensas. En serio quiero decirte la verdad. Por favor. -C.

Felix, realmente necesito hablar contigo. -C.

Por favor, responde a mis llamadas. O devuélveme los textos o algo, carajo. Lo siento. -C.

Sólo quiero hablar. -C.

No tienes que hablar conmigo de nuevo después si tú no quieres. -C.

Lix, por favor respóndeme los mensajes. -C.

Por favor. -C.

Buena suerte, x –C.

Cada vez que un nuevo mensaje de texto llegaba, Felix abría el teléfono (a pesar del hecho de que sólo causaba cosas malas en él), lo leía, y luego lo eliminaba rápidamente, haciendo caso omiso de la atracción dolorosa en el estómago que tiraba de él cada vez que lo hacía.

Corazones sobre hielo. [Changlix]Where stories live. Discover now