Capítulo 4 🌙

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Salidas nocturnasAngelic🌙🌙🌙

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Salidas nocturnas
Angelic
🌙🌙🌙

El timbre que anuncia el final de las clases suena haciendo que todos nos levantemos rápido para salir del salón, mientras la profesora grita que hagamos la tarea. Camino por el pasillo hasta llegar a mi casillero, dejo los libros y tomo algunas cosas que necesitaba para hacer la tarea. Cuando ya lo tenía todo salí al estacionamiento para ver donde estaba Demian. Lo veo platicar con Alec apoyado en el auto respiro hondo y caminó hacia ellos mientras sonrió. Mientras caminaba hacia ellos pude observar que Alec también tenía el mismo tatuaje que Demian la única diferencia era que el de Alec no tenía una Luna. Eso hizo que mi sospecha fuera confirmada: el tatuaje de Demian no tenía nada que ver con su mamá. Lo que sospechaba porque Demian se pone muy nervioso cuando miente y ese día estaba muy alterado cuando se fue. Pero tenía una forma para sacarles la verdad les diría que me haría el mismo tatuaje, ya que me gustaba como les quedo. Ellos me ven y sonríen parando su conversación, eso me dijo que tenían algo que ocultar de mí.

—Hola, chicos —me posicioné entre medio de ellos.

—Hola, Angelic —hablaron ambos al unísono.

—¿Qué hablaban?

—Cosas de la graduación ya sabes —contestó Alec.

—Interesante —noté como Demian se tensaba a mi lado —¿Oye Alec donde te hiciste ese tatuaje? —no podía apartar la mirada de ese bendito tatuaje.

—No lo recuerdo bien ¿Por qué?

—Porque yo quiero hacerme uno igual al que tiene Demian y como veo que tú tienes uno casi igual pensé que se lo habían hecho con el mismo tatuador —mire de reojo a Demian que ocultó su rostro en su mano.

—Eres muy pequeña para tatuarte —se rió con cinismo Alec.

—¿Ustedes dos a que edad se tatuaron? —contraataque arqueando una ceja.

—A los dieciséis hermanastra querida, pero el que firmó mi autorización fue mi papá —habló con tono burlón Demian.

—¿Y crees que no firmen la mía también? —lo mire desafiante quería ver hasta dónde podía sacarle información. Porque intimidando no podía, Demian es dos cabezas más alto que yo.

—Estoy seguro de que no te lo firmaran porque papá no te dejara hacerte nada y dirá que eres muy pequeña aun —toco mi nariz con su dedo índice.

—Agg, pero... mejor vayámonos a casa —me subí al auto furiosa porque Demian tenía razón.

—Lo que tú digas Angelic —se comenzaron a reír los amigotes.

Esos dos estaban muy equivocados si pensaron que burlándose de mí conseguirían que dejara de preguntar acerca de sus tatuajes. Yo tenía que llegar al fondo de todo esto, debía saber cuál era el secreto tan grande que ambos tenían con esos tatuajes. Mientras observaba el camino recordé la marca en el cuello de Demian y mientras él manejaba pude observar mejor, era como si algo lo hubiera mordido. Pero no era la mordida como la de un vampiro o un ser sobrenatural era como si un lobo lo hubiera mordido. Ahora la pregunta era ¿qué lo mordió? Y ¿cuándo lo mordió? Si Demian pasa la mayor parte del tiempo encerrado en su habitación. Y nosotros no teníamos mascotas el único acceso a animales salvajes es ese bosque lleno de lobos aterradores comedores de carne. El pensar en esos animales me aterró al recordar mi primer enfrentamiento con un lobo en este pueblo. Lo recuerdo muy bien a detalle todo lo que pasó ese día, aunque era pequeña me traume tanto que lo recuerdo aún en mis pesadillas.

Los aullidos a la LunaWhere stories live. Discover now