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De: Im NaHee
Si existiera una palabra para expresar como me siento, seria miedo.
A todo, a todos. No fue siempre así, algún día, me sentí libre, feliz, pero yo no sabía realmente que lo era, hasta ahora, que extraño mi rostro chocando contra el viento, las sonrisas sinceras que solía dar, las risas sin sentido, los verdaderos amigos, la amistad, la familia. ¿Cómo cambió todo tan rápido?
Recuerdo vagamente la última vez que me sentí viva.
Un chico con mejillas grandes leía esa carta, junto con otros chicos, frunció levemente el ceño terminando de leer esa carta, tan extraña, igual que la autora de esta.
— No entiendo una mierda, ¿a que se refería la chica esa? — bufó el chico pálido, mejor conocido como Suga, por su carácter tan dulce.
— Pues, nosotros no estamos aquí porque seamos muy normales — Se encogió de hombros HoSeok.
— Recapitulemos — suspiró SeokJin, el más calmado y algo normal. — Está chica está encerrada en la habitación 616, hace un año y medio, porque según sus cargos, incendió su propia casa, y asesinó a sangre fría a su hermana pequeña, para después aventarla a un bote de basura, dicen que sufre de esquizofrenia, y que solo habla con ella misma, y está en el cuarto piso, la zona roja, de los peligrosos, nadie puede entrar. — termina de decir el castaño, dejando salir todo el aire que no sabía que había retenido.
— Ahora podemos hacer una película con todos esos datos — contesta Suga con una emoción fingida.
— Hyung, esto es serio — suspira Taehyung mirando a todos lados. — Ni siquiera recuerdo que hacemos aquí, o como llegamos a este infierno, quiero irme a casa, no quiero estar en un manicomio— murmura con su labio inferior temblando y las lagrimas casi desbordándose de sus ojos, toma en brazos a su pequeño oso de felpa y lo abraza con fuerza.
— Todos tenemos trastornos, creamos un lazo de amistad, aún estando en este infierno, pero, ¿qué pasará cuando empeoremos? No quiero estar en la zona amarilla, no quiero que nos matemos entre nosotros, no quiero quemarlos — solloza NamJoon sosteniendo un encendedor.
Todos tenían un trastorno, y estaban metiéndose en terreno peligroso intentando descubrir la verdad de ImNaHee.
Estaban enfermos, pero tenían una historia.
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