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YoonGi y Taehyung se encontraban en la sala de archivos secretos, habían decidido que si se iban a meter en la boca del diablo, lo harían bien, así que comenzaron a ir de letra en letra. « I » « Ian Schoulder », mhh, no. « Ica, Ify, Iggy, Ihm, Im, Im Nahee» ¡bINGO!
— ¡Lo tengo! ¡Mira! !Mira! ¡Lo hicimos! — bailó Taehyung, haciendo que YoonGi rodara los ojos.
— Oye, agente del FBI — habló el de piel pálida, siendo ignorado por el castaño — Si sigues bailando así, nos descubrirán, idiota— lo tomó del brazo, cerrando el cajón de confidencialidad, yéndose con un Taehyung bastante infantil.
[☀️]
Taehyung y YoonGi se acercaron con los papeles.
Comenzaron a leer su expediente, después le contarían a Jungkook, el cual, no aparecía últimamente en ningún lado.
[🌫]
— ¿recuerdas a toda esa gente a la que mataste? Era gente inocente, no merecían morir — una chica se deslizaba de un lado a otro, con una sonrisa macabra en el rostro.
Nahee.
— Escucharás esos disparos todas las noches, será tu lección por meterte donde no debes — Contestó la pelinegra.
Su cabello se veía desaliñado y feo, sus tatuajes se veían rasgados, estaba esquelética, y por alguna razón, tenía unas esposas.
— Quiero conocerte, pero cuando llego a algo, desaparece la lógica — contesta el menor, con una cara de tristeza.
— No hay lógica aquí, ahora lárgate, maldita sea, que aburrido eres — enterró un cuchillo en su estómago.
Se levantó de golpe, era una pesadilla. Jungkook se sentía atrofiado, ¿debía seguir con ese capricho de saber quién era? ¿debía rendirse?
Tenía miedo, sentía una opresión en el pecho, como si alguien lo estuviera estrujando por detrás. Y vaya que si había alguien, pero el nunca se enteraría.
