Capítulo O2

126K 14.6K 9.1K
                                    

Depresión, leve, pero depresión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Depresión, leve, pero depresión.

Ese había sido el diagnóstico de los hyungs al cuarto día consecutivo de los llantos de Jungkook, en el cual él no fue el único que rompió en lágrimas, porque a todos les destrozaba verle así.

Por otra parte, tampoco estaban completamente de acuerdo en que la padeciese. Podía ser ansiedad, demasiada presión por algún tema familiar, o el trabajo mismo. Ellos trabajaban bajo un peso de crítica insoportable, esa podía ser la respuesta.

Pero dicha hipótesis se desintegraba en cuanto Jungkook volvía a hundirse y una sombra cruzaba el rostro de Taehyung.

Esa era la objeción que invalidaba cualquier opción: ni el propio Kim Taehyung, pareja formal -secreta pero formal- de Jeon Jungkook tenía todos los datos de aquel dilema.

Y eso se veía en sus palabras arrastradas, en sus ojos caídos de pasar las noches observando a Jeon, su sonrisa forzada cuando solo su novio ocupaba el cien por cien de sus pensamientos.

Y el ánimo se contagiaba al resto.
Brillantes ante las cámaras, pero cuando volvían a casa, solo eran tenues destellos.

Y claro, nadie se atrevía a mencionar el tema cuando estaban bien. Porque lo último que querían era hacer sentir mal al maknae cuando no parecía tener preocupaciones. Se habían metido en un círculo vicioso en el que él lloraba por las noches y los demás se hacían los indiferentes por las mañanas.

Y aunque en parte les dolía mucho a todos, era un descanso. Ver que había momentos del día en el que el maknae sonreía como solía, sin quejas ni penumbras.

-Míralo -susurró Jin tras soltar la taza de café en la mesa.

Namjoon levantó la vista del móvil para ver hacia donde indicaba el mayor. Lo que vio fue una dulce escena que le sacó una sonrisa: Jungkook estaba sentado en el sofá del salón con Yeontan en su regazo, acariciándolo.

-Me hace bajar la guardia -suspiró Jin.

-Se le ve tan tranquilo -corroboró el líder.

-A veces pienso que trata a Yeontan mejor que a nosotros -una risa estridente pero disimulada de Jin inundó el comedor, que conectaba con el salón.

Namjoon ladeó la cabeza sonriendo, mientras volvía su atención al móvil.

-¿Ya te has rendido? -Jin consiguió llamar la atención de Namjoon de nuevo. Hablaban casi en susurro-. De buscar una respuesta a lo de Jungkook, digo.

-No, no. Quiero pensar que ninguno de nosotros va a parar hasta hallar una solución. Él es como... nuestro hermano pequeño -Nam dejó el móvil sobre la mesa, conectando su mirada con la de Jin, que bebía de su café-. Y sea lo que sea lo que le atormente, nos tiene a nosotros. Y nos tendrá siempre.

Jin asintió, completamente de acuerdo con sus palabras, con los ojos brillantes de anticipación. Simultáneamente volvieron a mirar al menor, quien no se había movido de su sitio y miraba la tele desinteresado, más centrado en darle cariños a Yeontan que en saber de los preparativos previos de los Juegos Olímpicos del telediario.

El dilema de ser gay ー taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora