Unión inesperada [Jicheol]

Parte 4

Jihoon camino entre los inmensos jardines del palacio imperial de Terra Nova, un fino polo manga larga de color blanco y unos pantalones negros lo trataban de proteger del frío, el cual parecía estar golpeando el reino. Aunque el frío de muchas formas le parecía interesante, fascinante a decir verdad, en realidad cada cosa descubierta por él en la Tierra era de muchas formas hechizante. Y es que para Jihoon ver simplemente la forma en como el día cambiaba a la noche de manera natural era extraño, pues siempre viviendo en Luna nunca había apreciado esas bondades de la naturaleza.

Luna era artificial y hermosa en muchos sentidos, se había creado una bóveda alrededor de toda la luna para crear la atmósfera y lograr que la vida llegue a ella. No existían amaneceres ni atardeceres, simplemente el día cambiada a la noche de manera abrupta y artificial, el viento que recorría y los mantenía vivos era creado por maquinas. Pero ciertamente los jardines y demás plantaciones eran completamente naturales y hermosos, ya que de una extraña forma las propiedades del terreno eran extremadamente productivas, teniendo incluso yacimientos de zafiros y esmeraldas.

Por eso Jihoon apreciaba pasar momentos en la tierra, aunque cada vez que la noche llegaba, y veía a Luna en todo su esplendor, no podía evitar extrañar su hogar. Aquel hogar que lo vio crecer y convertirse en una militar, un militar que quizás no volvería a ejercer su rango porque sería el esposo de un príncipe terrestre.

—Te vas a enfermar —Seungcheol habló detrás de él y puso un largo sacó color caqui sobre sus hombros—, todos los días sales aquí con escaso abrigo y en cualquier momento se desata una nevada.

Jihoon por un momento reviso dentro de todos sus conocimientos en su cabeza para saber a qué se refería Seungcheol con una nevada, jamás había sucedido eso en Luna, aunque en Luna no existían las estaciones así que era normal no saberlo. Pensó tanto que arrugó el entrecejo, tratando de recordar que era esa palabra dicha por Seungcheol, causándole gracia a este por como sus delicadas facciones se comprimían al estar buscando el significado a sus palabras.

—En la tierra durante la estación de invierno suceden nevadas, eso significa que cae nieve del cielo a través de una serie de procesos…

—Me acabo de recordar el significado de nevada —lo paró colocando una mano en el aire—, no me hagas sentir más estúpido por no recordar algo tan básico.

—No es estúpido, yo tampoco no sabía cosas de Luna y tú me las has ido explicando.

—En los momentos que has tenido tiempo…

En ese instante Seungcheol notó un leve tinte de molestia en su voz, como si Jihoon se estuviera quejando de la poca atención recibida por parte de él. Y, lo entendía, Jihoon no tenía a nadie en la tierra con quien conversar aparte de él, estaba solo, e incluso su consejero estaba en Luna por deseo del menor, siendo de esta forma Seungcheol su única posibilidad de ser el mismo al menos un rato. Puesto que Jihoon debía mantener las formas ante toda la nobleza e incluso su trato con el rey Minho era ciertamente educado, bordeando la desesperación, y por lo que esa semana y media hablaron, Jihoon no parecía gustar demasiado ser tan formal.

—Lo siento —se paró delante de él—, debía atender muchos asuntos políticos siendo la boda tan próxima. Pero, ahora, tengo tiempo. Hablemos para conocernos más.

—¿Quieres seguir conociéndome? Soy una mierda.

Seungcheol había aprendido que Jihoon tenía un lenguaje bastante vulgar cuando quería, él se excusó en el hecho de estar en el ejército Lunar. En el cual debías defenderte y él al tener facciones tan finas no parecía ser lo suficientemente temible hasta sostener una espada y soltar una serie de palabrotas.

—Eres mi prometido —Seungcheol se atrevió por primera vez a tomar la pequeña y fina mano del contrario entre las suyas, entrelazo sus dedos y lo miro a los ojos—. Esta boda puede ser un acuerdo político pero no tiene que ser así para siempre, ¿no crees?