Ciudad de mis ríos

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Bautizada por aguas esperanzadas.

El reposo de una conquista, luego del naufragio.

Dibujada hace cientos de años.
Tus frescos permanecen perfectos, intactos.

Contra viento y marea, estoica a través del tiempo.

Sin derrumbarte ante el castigo más grande de la madre.

Cargaste con nuestros errores,
cruces ajenas en un solo puente.

Resististe al mundo entero, en tres minutos y nueve segundos.

El patio de mi infancia, la verdadera patria, que me guarda y resguarda.

Floreciendo entre rosales, me enamoré de tus noches,

quienes despertaron mis rubores y a mis amores.

Y aquella noche de Febrero,

cuando Venecia visita el Sur de este país minero,

se encienden mil velas.

Escoltas de los barcos que se visten de fiesta

y en el cielo se corea una orquesta.

Y en este momento, eres guarida de mis sentimientos.

Me entrego a ti, me dejo absorber por la magia que se refleja

en el color que espejean tus ojos.

Calle que desembocas en la costa de un pacífico infinito.

Tú que me viste nacer y crecer a la orilla de tus aguas,

que me bañan hasta el alma.

Limpia mis heridas con la sal de tu mar.

Envuélveme en tus olas y tus horas.

Te entrego mi marea, a este río le confío

mi calma.

*La imagen en multimedia corresponde al río Calle-Calle, ubicado en la ciudad de Valdivia, Chile.

Diario de mis viajes infinitosHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin