Capítulo 14

1.9K 78 46
                                    

Narra Ana

-De verdad, no lo entiendo, ¿cómo es posible? Solo toma leche, ¿cómo puede hacer una cosa así?- Dice Nali en un nuevo intento de cambiar los pañales. -Tío, has mojado como 10 en un solo día, no puede ser.- Le habla a Fer.

-Y las diez veces has hecho algo mal.- La tiento.

-Es que no es fácil, ¿cómo es que tú sabes? ¿Tienes otros hijos escondidos y no me lo has dicho?- Pregunta entre risas.

-No, no, pero tengo sobrinas. Practicaba con Lucerito y Valentina.-

-¡Joder! Y encima me meas, cabroncillo.- Grita dramatizando mientras Fer la rocía.

No dejo de reír, cada cambio de pañal lo hace como si fuera misión imposible, es mas, mientras lo cambia, tararea esa canción.

-¡Otra vez he olvidao los pañales limpios! ¡Joder! Esto lo voy a solucionar.- Dice.

Me encarga a Fer, corre por los pañales, regresa, se los pone y vuelve a salir haciendo seña de que ya regresa. No entiendo nada, se cambia, se coloca una chaqueta, le da un beso en la mejilla a Herminia que recoge unas cosas y sale de la casa. Herminia me mira elevando una ceja, yo me encojo de hombros porque no se que trama.

Llega unos 20 minutos después, con maderas y herramientas y va directo al patio trasero, me acerco, la observo con una curiosidad increíble, no dice nada, está sumamente concentrada.

-¡Ahora si! No me vuelven a ganar.- Dice casi una hora después, entrando con algo en mano.

-¿Me explicas?- Pregunto sin entender nada.

-Esto es... el cambiador de pañales portátil.- Dice orgullosa desplegado una especie de mesilla pero con un espacio en el centro. -Verás, este es un compartimiento para los pañales limpios y de este lado, van los sucios.- Señala a dos espacios a ambos lados. -Aquí van las toallas húmedas, talco y todo lo que haga falta. Y aquí, obvio, el cabroncillo, que en caso que olvide algo... ¡tarán!- Emula el sonido de un mago y señala una puerta pequeña. -No se puede escapar, ni mover para ningún lado, todas las paredes acolchonadas, así no se golpea y lo puedo dejar unos segundos en caso de emergencia.-

-¡Que bonito! Como los que se compran hechos.- Digo admirando lo que hizo.

-¿Los venden hechos?- Pregunta parándose en seco y mirándome como frustrada, lo que me provoca unas ganas increíbles de reír, aprieto mis labios para no hacerlo.

-Sí, pero no son tan elaborados como este.- Digo en tono dulce. Me produce mucha ternura ver su cara.

-Mejor me voy a bañar y a dormir.- Dice unos segundos después y resopla.

-Bebé, el tuyo es mas bonito.- Agrego elevando la voz para detenerla, pero no hace caso.

Espero mientras se baña, me pregunto si el ir a dormir implica o no hacerlo conmigo, como había dicho en la mañana, quizás cambio de forma de pensar ya que nos pasamos todo el día a mimos, besos, y claro, aventuras a un mundo incierto: cuidar a Fer.

-Buenas noches, cabroncillo, evita despertarme esta noche, ¿quieres?- Dice apareciendo y dando un beso a Fer. -Hasta mañana bebé.- Me da un beso a mí.

-¿No te quedas conmigo?- Pregunto haciendo voz de peque y tironeando su camiseta.

-Nop, te he dicho que te va a costar.- Susurra sobre mis labios, me da un nuevo beso y se va.

Narra Nali

Tengo todas las ganas del mundo de quedarme con Ana esta noche, pero también tengo ganas de picarla, estoy segura que vendrá, así que mientras tanto, me dedico a ver unas cosas de los hoteles, que los tengo un poco abandonados. Tras media hora, la puerta se abre, es ella con Fer en brazos.

NalanaWhere stories live. Discover now