Capítulo 23

1.5K 73 44
                                    

Narra Nali

-¿Disculpa? ¿De qué estás hablando?- Pregunto completamente descolocada.

-¿Tú quién eres? ¿Sabes donde puedo encontrarla?-

-Yo, eh.- No sé qué decir, estoy demasiado sorprendida. -Sí, soy, soy...-

-¿Eres tartamuda?- Dice con una soberbia que no me gusta para nada.

Estoy a punto de responder, pero los portones se abren, es Ana quien viene a mi encuentro con una sonrisa de oreja a oreja y me besa.

-Te vi por las cámaras, ¿qué tanto te demoras?- Dice con dulzura pero su cara cambia por completo al notar quien está a mi lado. -¿Ernesto? ¿Qué haces aquí?- Pregunta encabronada.

-¡Anita, guapa! ¡Que bueno verte!- Dice él efusivo y se acerca para abrazarla.

-Ni se te ocurra. ¡Eres un cabrón!- Grita ella.

-¿Entonces lo conoces?- Pregunto aún más sorprendida que antes, dada su reacción.

-Por supuesto que lo conozco, este es el cabrón que me dejó con la deuda del departamento.- Responde ella mirándolo con rabia.

-Fue un pequeño préstamo, Anita, no te costaba nada darle algunos euros al padre de tu hijo.- Dice él y ríe.

-¿Al qué? ¿El padre de...? ¿Estás loco, tío, o qué te pasa?- Pregunta ella completamente sorprendida.

-No me digas que no te acuerdas, Anita, aquella noche que la pasamos tan bien.- Responde Ernesto en tono burlón y ríe. -Y dime, ¿dónde está mi hijo? Quiero verlo.-

Narra Ana

No entiendo nada, ¿qué cojones le pasa a este tío? Miro a Nali que tiene su mirada llena de rabia clavada en él.

-¿De que mierda hablas? Yo jamás he estado contigo.- Digo seria. -Amor, no es cierto.- Me giro hacia Nali.

-Claro que sí, aquella noche en la fiesta de inauguración del pub estuvimos juntos.-

-¡Eso no es cierto!- Grito. -Además, ese día regresé a casa de Vanesa y Malú a dormir.- Digo segura.

-Pero no es necesario dormir en algún lugar, siempre existen los baños y tú estabas muy borracha esa noche, Anita, muy borracha. El baño del pub fue el sitio perfecto.- Dice Ernesto y ríe.

-¡Ya basta!- Interviene Nali. -Mira, tío, si mi mujer dice que no ha estado contigo, no lo ha estado. Fin de la historia. Te pediré muy amablemente que te retires.- Dice seria cogiéndome de la mano.

-No me iré hasta ver a mi hijo. Tengo derechos, soy el padre.-

-¡Tú no eres el padre de nadie! ¡Yo no he estado, ni estaría contigo en mi vida! ¡Eres un maldito cabrón, eso es lo que eres!- Grito completamente sacada.

-Cálmate, Ana.- Dice Nali en tono suave cogiéndome de la cintura.

-Ah ya veo, tu juegas a ser el papá en esta historia.- Dice Ernesto en forma burlona a Nali y ríe a carcajadas, lo que me hace enojar aún más. -Pero sabes, el padre soy yo y voy a exigir una prueba de paternidad.-

-No te daré nada, estas loco.- Grito.

-Mira tío, no es ni el momento, ni el lugar para hablar.- Dice Nali en tono calmo, pero completamente encabronada. -Muchachos, encargaos de hacer que el señor se retire y no regrese.- Demanda a los guardaespaldas que asienten.

Nali me toma de la mano e ingresamos a la propiedad mientras los muchachos hacen una barrera entre nosotras y Ernesto.

-Vale, me voy, pero tendrán noticias mías, ¡esto no se va a quedar así Ana, tengo derecho a ver a mi hijo!- Grita mientras los portones se cierran.

NalanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora